Es muy importante Actuar siempre de acuerdo a lo que es Conveniente.
Lo que es adecuado con mucha delicadeza.
Actuar de una manera muy rigurosa y Sensata
Con Calma y Tranquilida
Es la mejor manera de transitar por un mundo en el que hay Mucha Tensión.
Vivimos en un mundo en que hay mucho malestar.
Mucha Ansiedad
Mucha Ira
Mucho Rencor
Mucho Desconocimiento
Muy poca calma
Muy poca Ternura
Muy poca Tranquilidad
Para compensar esta realidad.
Hay que poner tranquilidad.
jueves, 6 de enero de 2011
Me Has Tomado en Tus Brazos y Me has dado Salvación
Me has tomado en tus brazos
y me has dado salvación,
de tu amor has derramado
en mi corazón,
No sabre agradecerte
lo que has hecho por mi,
solo puedo darte ahora,
mi canción.
Yo te doy gracias,
gracias Señor,
gracias mi Señor Jesús,
//Gracias, muchas gracias Señor,
gracias mi Señor Jesús.//
En la cruz diste tu vida,
entregaste todo hay,
vida eterna regalaste al morir.
Por tu sangre derramada,
ante el trono celestial,
puedo entrar confiadamente ante ti.
Para darte las gracias,
gracias Señor,
gracias mi Señor Jesús,
Gracias, muchas gracias Señor,
gracias mi Señor Jesús.
y me has dado salvación,
de tu amor has derramado
en mi corazón,
No sabre agradecerte
lo que has hecho por mi,
solo puedo darte ahora,
mi canción.
Yo te doy gracias,
gracias Señor,
gracias mi Señor Jesús,
//Gracias, muchas gracias Señor,
gracias mi Señor Jesús.//
En la cruz diste tu vida,
entregaste todo hay,
vida eterna regalaste al morir.
Por tu sangre derramada,
ante el trono celestial,
puedo entrar confiadamente ante ti.
Para darte las gracias,
gracias Señor,
gracias mi Señor Jesús,
Gracias, muchas gracias Señor,
gracias mi Señor Jesús.
La DETERMINACIÓN , La TERNURA y EL AMOR
- La Determinación, también llamada Fuerza. Se refiere al hecho de que en muchos momentos necesitamos ser firmes, luchar por lo que queremos, resistir un poco más.
- La Ternura o Compasión. Sería el hecho de poder conectar con los demás, de empatizar, de ser realmente humanos con los demás.
- El Humor. Nos referimos a la capacidad de relativizar las cosas, de reírnos, de no tomarnos todo lo que nos sucede tan a pecho.
La cuestión es tener la tres. La fuerza sin ternura se convierte en agresividad. La ternura sin fuerza, nos vuelve “flojos” o demasiado blandos. Ambas sin humor, dan arrogancia y exceso de “creer que tienes la razón”.
Para conectar y trabajar con estas energía internas, se puede hacer de diversos modos. Uno, como ya he nombrado es en estado de trance, muy efectivo y rápido. También hay otros ejercicios que lo facilitan dentro del mundo de la PNL. Y otra alternativa es con ejercicios corporales, dinámicas que nos ponen en contacto con esas energías. Si nos conocemos un poco a nosotros mismos, sabremos cuáles nos hace falta trabajar más y cuáles tenemos ya suficientemente.
Algunos pensarán que todo esto es demasiado esotérico. Que de dónde he sacado esto de las energías arquetípicas!!. Para esos más escépticos, os dejo con las palabras de Carmen Iglesias, en la entrevista que le han realizado en la Contra, que es catedrática de Historia de las Ideas Políticas y Morales:
- La Ternura o Compasión. Sería el hecho de poder conectar con los demás, de empatizar, de ser realmente humanos con los demás.
- El Humor. Nos referimos a la capacidad de relativizar las cosas, de reírnos, de no tomarnos todo lo que nos sucede tan a pecho.
La cuestión es tener la tres. La fuerza sin ternura se convierte en agresividad. La ternura sin fuerza, nos vuelve “flojos” o demasiado blandos. Ambas sin humor, dan arrogancia y exceso de “creer que tienes la razón”.
Para conectar y trabajar con estas energía internas, se puede hacer de diversos modos. Uno, como ya he nombrado es en estado de trance, muy efectivo y rápido. También hay otros ejercicios que lo facilitan dentro del mundo de la PNL. Y otra alternativa es con ejercicios corporales, dinámicas que nos ponen en contacto con esas energías. Si nos conocemos un poco a nosotros mismos, sabremos cuáles nos hace falta trabajar más y cuáles tenemos ya suficientemente.
Algunos pensarán que todo esto es demasiado esotérico. Que de dónde he sacado esto de las energías arquetípicas!!. Para esos más escépticos, os dejo con las palabras de Carmen Iglesias, en la entrevista que le han realizado en la Contra, que es catedrática de Historia de las Ideas Políticas y Morales:
Habitos de Felicidad
-Esforzarte Más
-Esforzarte Mejor
-No te quejes
-Actitud Positiva
-Ganas de crecer
-Objetivos muy Claros
-Tus Hobbies
-Alegria
-Sonrisa
-Ternura
-Esforzarte Mejor
-No te quejes
-Actitud Positiva
-Ganas de crecer
-Objetivos muy Claros
-Tus Hobbies
-Alegria
-Sonrisa
-Ternura
Reinald Gimeno
Reinald Gimeno: «No hay dinero que compense la tristeza y el mal humor»
Jueves, 6 de enero del 2011 Imprimir Enviar esta noticia Aumentar/ Reducir texto
NÚRIA NAVARRO
Votos:
+3 votar a favor
-0 votar en contra
Comentarios (2)
Era uno de esos ejecutivos atrapados en reuniones y aeropuertos. Durante 19 años Reinald Gimeno se dejó la piel en hoteles de lujo -el Claris, el Princesa Sofía, el Ra y La Mola, junto al Real Club de Golf El Prat, entre ellos-, pero se hartó de la presión y de no ver crecer a sus hijos. El pasado septiembre, como el escribiente de Melville, optó por apearse. Y se puso al frente de una pequeña zapatería a dos pasos del Mercat de Sant Antoni.
zoom «No hay dinero que compense la tristeza y el mal humor»_MEDIA_1
GUILLERMO MOLINER
Edición Impresa
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Versión en .PDF
Información publicada en la página 64 de la sección de Contraportada de la edición impresa del día 06 de enero de 2011 VER ARCHIVO (.PDF)
-El mundo de los hoteles me hacía ilusión desde que vi aquella serie titulada Hotel, ¿recuerda?
-¡Ya lo creo! Con James Brolin y Connie Sellecca al frente.
-Así que estudié Turismo en los jesuitas de Sarrià y, como me interesaba la rama comercial de la hostelería, hice un máster de dirección de márketing en Esade. Y en 1992 empecé a trabajar en la apertura del Hotel Claris de Barcelona. Allí me quedé tres años como comercial.
-Luego, fue escalando y escalando.
-Del Claris me fui a Centrohotel Minotel, luego al Princesa Sofía Intercontinental; estuve de director de ventas del Hard Rock Café -llegué a llevar la sedes de Barcelona y Madrid a la vez-. Después recalé en Hoteles Catalonia como director de ventas internacionales, y salté al maravilloso Hotel Ra, del grupo Amrey, como director de márketing y ventas.
-Se convirtió en un superejecutivo.
-Tras mi paso por el Ra, encontré trabajo como director comercial y de márketing del complejo La Mola, en el Real Club de Golf de El Prat, entre Sabadell y Terrassa. Dirigía a un equipo de nueve personas y me ocupaba de los mercados nacional e internacional. Pero en España empezó la crisis galopante...
-Y llegaron los nervios.
-La demanda bajaba y aumentaba la oferta. Había que hacer todo lo posible para vender. Recibía mucha presión, pero también yo la transmitía al equipo. Antes de la crisis nunca había sido una persona déspota, jamás, pero en los últimos tiempos mi actitud no era la misma...
-¿Malos tiempos para los escrupulosos?
-Digamos que es un mal momento para tener corazón.
-¿Qué sentía exactamente?
-Tristeza, desmotivación, mal humor. ¡No hay dinero que compense todo eso! Estaba al filo de los 40 y tenía dos hijos, de 9 y 5 años, a los que apenas veía. Me los estaba perdiendo. Llegó un momento en que se me agrió el carácter, que iba hacia abajo... Podía haber pagado horas de terapia, pero tampoco disponía de esas horas. Algo dentro me decía que debía intentar un cambio.
-Eso le pasa a la inmensa mayoría, pero pocos dan el salto.
-He pasado muchas noches sin dormir, ¿eh? Hasta que llegó un día en que me dije: «Lo tengo que hacer». La suerte es que conté con el apoyo de mi mujer y de mi tío, que ha estado a mi lado cuando la moral flojeaba.
-El cambio se tradujo en una zapatería de 40 metros en Sant Antoni.
-Jean-Pierre, un establecimiento de calzado para pies delicados de la calle de Borrell que lleva 23 años abierto y tenía ya una clientela hecha. Creo que cualquier comercio con futuro pasa por la especialización.
-¿Por qué eligió los zapatos?
-Siempre me gustaron. Tengo muchos, más de 50... Y los anteriores propietarios, muy generosos, me enseñaron todo lo que debía aprender durante el verano. Me sé los huesos de los pies, cómo se cose un zapato... Sé que saldré adelante.
-Tiene mucha confianza en sí mismo, ¿verdad?
-Eso sí lo tengo. Pero también ayuda mi trayectoria familiar: nací en una familia de comerciantes. Mis recuerdos de infancia están asociados a la pastelería Gimeno, que mi abuelo abrió hace 60 años, y a la mercería Elena, fundada por mi abuela. Ha sido como desenterrar algo que estaba en mi inconsciente.
-¿Qué cosa estaba ahí?
-Estos días pienso mucho en la abuela. Vino de Cañada de Verich, en Aragón, sin dinero y con un hijo pequeño, pero tenía una idea muy clara: no quería depender de nadie. Lo tuvo muy difícil, pero con voluntad y sacrificio salió adelante y estuvo toda la vida orgullosa de su mercería. Me enseñó que el esfuerzo tiene compensación.
-¿La tiene?
-Siento una mezcla de liberación, alegría, incertidumbre. Cuando estoy solo o recuerdo el sueldo que cobraba pienso: «¿La habré cagado?» Pero me dura poco. La verdad es que me siento como un niño con zapatos nuevos. Hacía tiempo que no vibraba, que no estaba contento. El primer par de zapatos que vendí me produjo una inmensa satisfacción.
Jueves, 6 de enero del 2011 Imprimir Enviar esta noticia Aumentar/ Reducir texto
NÚRIA NAVARRO
Votos:
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-0 votar en contra
Comentarios (2)
Era uno de esos ejecutivos atrapados en reuniones y aeropuertos. Durante 19 años Reinald Gimeno se dejó la piel en hoteles de lujo -el Claris, el Princesa Sofía, el Ra y La Mola, junto al Real Club de Golf El Prat, entre ellos-, pero se hartó de la presión y de no ver crecer a sus hijos. El pasado septiembre, como el escribiente de Melville, optó por apearse. Y se puso al frente de una pequeña zapatería a dos pasos del Mercat de Sant Antoni.
zoom «No hay dinero que compense la tristeza y el mal humor»_MEDIA_1
GUILLERMO MOLINER
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Información publicada en la página 64 de la sección de Contraportada de la edición impresa del día 06 de enero de 2011 VER ARCHIVO (.PDF)
-El mundo de los hoteles me hacía ilusión desde que vi aquella serie titulada Hotel, ¿recuerda?
-¡Ya lo creo! Con James Brolin y Connie Sellecca al frente.
-Así que estudié Turismo en los jesuitas de Sarrià y, como me interesaba la rama comercial de la hostelería, hice un máster de dirección de márketing en Esade. Y en 1992 empecé a trabajar en la apertura del Hotel Claris de Barcelona. Allí me quedé tres años como comercial.
-Luego, fue escalando y escalando.
-Del Claris me fui a Centrohotel Minotel, luego al Princesa Sofía Intercontinental; estuve de director de ventas del Hard Rock Café -llegué a llevar la sedes de Barcelona y Madrid a la vez-. Después recalé en Hoteles Catalonia como director de ventas internacionales, y salté al maravilloso Hotel Ra, del grupo Amrey, como director de márketing y ventas.
-Se convirtió en un superejecutivo.
-Tras mi paso por el Ra, encontré trabajo como director comercial y de márketing del complejo La Mola, en el Real Club de Golf de El Prat, entre Sabadell y Terrassa. Dirigía a un equipo de nueve personas y me ocupaba de los mercados nacional e internacional. Pero en España empezó la crisis galopante...
-Y llegaron los nervios.
-La demanda bajaba y aumentaba la oferta. Había que hacer todo lo posible para vender. Recibía mucha presión, pero también yo la transmitía al equipo. Antes de la crisis nunca había sido una persona déspota, jamás, pero en los últimos tiempos mi actitud no era la misma...
-¿Malos tiempos para los escrupulosos?
-Digamos que es un mal momento para tener corazón.
-¿Qué sentía exactamente?
-Tristeza, desmotivación, mal humor. ¡No hay dinero que compense todo eso! Estaba al filo de los 40 y tenía dos hijos, de 9 y 5 años, a los que apenas veía. Me los estaba perdiendo. Llegó un momento en que se me agrió el carácter, que iba hacia abajo... Podía haber pagado horas de terapia, pero tampoco disponía de esas horas. Algo dentro me decía que debía intentar un cambio.
-Eso le pasa a la inmensa mayoría, pero pocos dan el salto.
-He pasado muchas noches sin dormir, ¿eh? Hasta que llegó un día en que me dije: «Lo tengo que hacer». La suerte es que conté con el apoyo de mi mujer y de mi tío, que ha estado a mi lado cuando la moral flojeaba.
-El cambio se tradujo en una zapatería de 40 metros en Sant Antoni.
-Jean-Pierre, un establecimiento de calzado para pies delicados de la calle de Borrell que lleva 23 años abierto y tenía ya una clientela hecha. Creo que cualquier comercio con futuro pasa por la especialización.
-¿Por qué eligió los zapatos?
-Siempre me gustaron. Tengo muchos, más de 50... Y los anteriores propietarios, muy generosos, me enseñaron todo lo que debía aprender durante el verano. Me sé los huesos de los pies, cómo se cose un zapato... Sé que saldré adelante.
-Tiene mucha confianza en sí mismo, ¿verdad?
-Eso sí lo tengo. Pero también ayuda mi trayectoria familiar: nací en una familia de comerciantes. Mis recuerdos de infancia están asociados a la pastelería Gimeno, que mi abuelo abrió hace 60 años, y a la mercería Elena, fundada por mi abuela. Ha sido como desenterrar algo que estaba en mi inconsciente.
-¿Qué cosa estaba ahí?
-Estos días pienso mucho en la abuela. Vino de Cañada de Verich, en Aragón, sin dinero y con un hijo pequeño, pero tenía una idea muy clara: no quería depender de nadie. Lo tuvo muy difícil, pero con voluntad y sacrificio salió adelante y estuvo toda la vida orgullosa de su mercería. Me enseñó que el esfuerzo tiene compensación.
-¿La tiene?
-Siento una mezcla de liberación, alegría, incertidumbre. Cuando estoy solo o recuerdo el sueldo que cobraba pienso: «¿La habré cagado?» Pero me dura poco. La verdad es que me siento como un niño con zapatos nuevos. Hacía tiempo que no vibraba, que no estaba contento. El primer par de zapatos que vendí me produjo una inmensa satisfacción.
miércoles, 5 de enero de 2011
Las Enfermedades Mentales
Ansiedad...15%
Depresión...10%
Esquizofrenia...3%
Impulsividad, Ira....5%
Pasotas y Pasivos...10%
Miserables......25%
La cosa esta muy preocupante.
Depresión...10%
Esquizofrenia...3%
Impulsividad, Ira....5%
Pasotas y Pasivos...10%
Miserables......25%
La cosa esta muy preocupante.
Isabel Palomeque: Valorar lo que Tienes!!!!
El 11 de Enero de 2010 Isabel Palomeque aparecio en la contraportada de La Vanguardia, no os cuento mas que ahi ella lo expresa todo muy claro.
“Tengo 30 años. Nací y vivo en Barcelona. Estoy diplomada en enfermería y tengo un posgrado de electrocardiografía y UVI. Vivo sola. Colaboro con la productora Alta Realitat como bailarina de danza contemporánea. Soy política y espiritualmente agnóstica.
o era una enfermera vocacional, trabajaba en el Centro Y Cardiovascular Sant Jordi, comenzaba a realizar mis primeros servicios en la UVI. Estaba llena de ilusiones, pero…
Cambió su vida en un segundo.
Sí, en una cena con compañeros de trabajo me sucedió lo que jamás pensé que pudiera sucederme: un súbito dolor de cabeza, mi brazo y mi pierna derechos se bloquearon, me quedé sin habla, caí al suelo entre convulsiones y perdí el conocimiento.
Fue operada a vida o muerte.
Desperté 13 días más tarde. No sabía dónde estaba ni qué me había pasado. No entendía nada, no reconocía a nadie, estaba llena de tubos y conectada a un respirador. Recuerdo el frío glacial de las sábanas.
Un ictus.
Mi despertar a la vida fue trágico: hemipléjica, totalmente dependiente, incapaz de controlar mis necesidades y sin poder hablar. Toda mi vida, mi futuro y mis relaciones personales se evaporaban.
…
Me quedaban la familia y unos pocos amigos que también lentamente se fueron retirando de mi vida.
¿Qué edad tenía?
Veinticuatro años. Así, de repente, pasé de ser enfermera a paciente.
¿Entendió cosas de los pacientes?
Sí, que en esa circunstancia somos todos iguales: el gran cirujano y el indigente.
¿Cómo le trataron?
Mi estancia durante un mes en una planta de neurología fue algo muy parecido a un infierno. En la UVI contraje una enfermedad infecciosa y sufría las consecuencias del peor diagnóstico precoz, que se resume en cuatro palabras: “No atiende a órdenes”. La atención técnica era muy eficaz, pero humanamente…
¿No?
El equipo médico me salvó la vida, pero luego parecían completamente ajenos al hecho de que la persona salvada había sido condenada a una cadena perpetua de enormes repercusiones psicológicas.
¿Cómo trataron a su familia?
Mi familia debía suplicar los informes de evolución. La desorientación y la ignorancia sobre cómo afrontar el futuro inmediato eran desesperantes.
Un año sin poder comunicarse. ¿Qué le pasaba por la cabeza?
Rabia, que es espantosa, yque todavía arrastro, porque no poder explicarte es muy frustrante. Todo enfermo grave pasa una temporada de negación. Luego lo aceptas y te das cuenta de que el mundo sigue girando contigo o sin ti, de manera que hay que tragar saliva e ir a por él.
¿Ha tenido ayuda psicológica?
No, ni he tomado ningún tipo de fármaco antidepresivo. La familia ha sido lo esencial: mis padres, mis dos hermanos. El ictus es un terremoto emocional que separa o une, en nuestro caso ha formado una piña.
¿Recuerda algo del coma?
Un sueño: estaba en el aeropuerto con mi maleta, subida a la cinta transportadora, llorando y despidiéndome de mi familia. “¡Adiós, adiós! – les decía-.Nos volveremos a ver quién sabe cuándo”. Al final de la cinta transportadora había un túnel.
¿Lo cruzó?
No, me llamaron por los altavoces: “Señora Palomeque, en cinco minutos sale el vuelo”. “¡No llego, no llego!”, pensaba… Y desperté.
¿Un viaje agradable o desagradable?
Agradable, toda la familia se quedó atrás llorando, y yo les decía: “No os preocupéis, que los gatos tienen siete vidas y yo estoy en la primera”; eso decía mi subconsciente.
¿Le ha cambiado el carácter?
Ahora veo a la gente diferente, la veo a toda por igual, y antes quizá era más clasista. Procuro no tener miedo y mantener el ánimo alto. He hecho vuelo sin motor, salgo a cenar, a bailar. La vida se ha convertido en un reto, soy mucho más decidida.
¿Ha hecho nuevos amigos?
Sí. Salvo algunas excepciones, antes del ictus y después del ictus son vidas diferentes.
¿Cuál es su ilusión?
Ser útil dentro de mis limitaciones. No puedo fijar mi atención de forma continua; aunque cada vez lo hago mejor, me cuesta expresarme, pero me gustaría hacer algo por los demás sin más remuneración que la de ser aceptada como miembro activo de la sociedad.
¿Cuándo empezó a bailar?
Llegué al centro de rehabilitación en silla de ruedas, al cabo de un año empecé a decir frases más o menos coherentes y logré desplazarme de forma autónoma, aunque por el momento no he recuperado la movilidad del brazo y la mano derechos. Pero en cuanto pude hice un taller de danza integrada con Jordi Cortés.
… Ahora es una profesional.
Poco después me llamó para que participara en su espectáculo Vitriol.No me lo podía creer. Me levanto a las siete y media con una sonrisa, me gusta hacer bolos, me encanta esta obra, estoy ilusionada.
¿Ilusionada?
Hoy las cosas pequeñas me dan grandes alegrías. He aprendido a vivir el momento, carpe diem.Antes todo estaba en el futuro. Llevo un aparato ortopédico en una pierna para sostener el equilibrio y ese ha sido un favor enorme, un cambio radical, algo fantástico para mí, no se lo imagina. Pero ojalá a nadie le sucedieran estas cosas.”
Enhorabuena Isabel!
“Tengo 30 años. Nací y vivo en Barcelona. Estoy diplomada en enfermería y tengo un posgrado de electrocardiografía y UVI. Vivo sola. Colaboro con la productora Alta Realitat como bailarina de danza contemporánea. Soy política y espiritualmente agnóstica.
o era una enfermera vocacional, trabajaba en el Centro Y Cardiovascular Sant Jordi, comenzaba a realizar mis primeros servicios en la UVI. Estaba llena de ilusiones, pero…
Cambió su vida en un segundo.
Sí, en una cena con compañeros de trabajo me sucedió lo que jamás pensé que pudiera sucederme: un súbito dolor de cabeza, mi brazo y mi pierna derechos se bloquearon, me quedé sin habla, caí al suelo entre convulsiones y perdí el conocimiento.
Fue operada a vida o muerte.
Desperté 13 días más tarde. No sabía dónde estaba ni qué me había pasado. No entendía nada, no reconocía a nadie, estaba llena de tubos y conectada a un respirador. Recuerdo el frío glacial de las sábanas.
Un ictus.
Mi despertar a la vida fue trágico: hemipléjica, totalmente dependiente, incapaz de controlar mis necesidades y sin poder hablar. Toda mi vida, mi futuro y mis relaciones personales se evaporaban.
…
Me quedaban la familia y unos pocos amigos que también lentamente se fueron retirando de mi vida.
¿Qué edad tenía?
Veinticuatro años. Así, de repente, pasé de ser enfermera a paciente.
¿Entendió cosas de los pacientes?
Sí, que en esa circunstancia somos todos iguales: el gran cirujano y el indigente.
¿Cómo le trataron?
Mi estancia durante un mes en una planta de neurología fue algo muy parecido a un infierno. En la UVI contraje una enfermedad infecciosa y sufría las consecuencias del peor diagnóstico precoz, que se resume en cuatro palabras: “No atiende a órdenes”. La atención técnica era muy eficaz, pero humanamente…
¿No?
El equipo médico me salvó la vida, pero luego parecían completamente ajenos al hecho de que la persona salvada había sido condenada a una cadena perpetua de enormes repercusiones psicológicas.
¿Cómo trataron a su familia?
Mi familia debía suplicar los informes de evolución. La desorientación y la ignorancia sobre cómo afrontar el futuro inmediato eran desesperantes.
Un año sin poder comunicarse. ¿Qué le pasaba por la cabeza?
Rabia, que es espantosa, yque todavía arrastro, porque no poder explicarte es muy frustrante. Todo enfermo grave pasa una temporada de negación. Luego lo aceptas y te das cuenta de que el mundo sigue girando contigo o sin ti, de manera que hay que tragar saliva e ir a por él.
¿Ha tenido ayuda psicológica?
No, ni he tomado ningún tipo de fármaco antidepresivo. La familia ha sido lo esencial: mis padres, mis dos hermanos. El ictus es un terremoto emocional que separa o une, en nuestro caso ha formado una piña.
¿Recuerda algo del coma?
Un sueño: estaba en el aeropuerto con mi maleta, subida a la cinta transportadora, llorando y despidiéndome de mi familia. “¡Adiós, adiós! – les decía-.Nos volveremos a ver quién sabe cuándo”. Al final de la cinta transportadora había un túnel.
¿Lo cruzó?
No, me llamaron por los altavoces: “Señora Palomeque, en cinco minutos sale el vuelo”. “¡No llego, no llego!”, pensaba… Y desperté.
¿Un viaje agradable o desagradable?
Agradable, toda la familia se quedó atrás llorando, y yo les decía: “No os preocupéis, que los gatos tienen siete vidas y yo estoy en la primera”; eso decía mi subconsciente.
¿Le ha cambiado el carácter?
Ahora veo a la gente diferente, la veo a toda por igual, y antes quizá era más clasista. Procuro no tener miedo y mantener el ánimo alto. He hecho vuelo sin motor, salgo a cenar, a bailar. La vida se ha convertido en un reto, soy mucho más decidida.
¿Ha hecho nuevos amigos?
Sí. Salvo algunas excepciones, antes del ictus y después del ictus son vidas diferentes.
¿Cuál es su ilusión?
Ser útil dentro de mis limitaciones. No puedo fijar mi atención de forma continua; aunque cada vez lo hago mejor, me cuesta expresarme, pero me gustaría hacer algo por los demás sin más remuneración que la de ser aceptada como miembro activo de la sociedad.
¿Cuándo empezó a bailar?
Llegué al centro de rehabilitación en silla de ruedas, al cabo de un año empecé a decir frases más o menos coherentes y logré desplazarme de forma autónoma, aunque por el momento no he recuperado la movilidad del brazo y la mano derechos. Pero en cuanto pude hice un taller de danza integrada con Jordi Cortés.
… Ahora es una profesional.
Poco después me llamó para que participara en su espectáculo Vitriol.No me lo podía creer. Me levanto a las siete y media con una sonrisa, me gusta hacer bolos, me encanta esta obra, estoy ilusionada.
¿Ilusionada?
Hoy las cosas pequeñas me dan grandes alegrías. He aprendido a vivir el momento, carpe diem.Antes todo estaba en el futuro. Llevo un aparato ortopédico en una pierna para sostener el equilibrio y ese ha sido un favor enorme, un cambio radical, algo fantástico para mí, no se lo imagina. Pero ojalá a nadie le sucedieran estas cosas.”
Enhorabuena Isabel!
Cultiva Valores
Cultiva Serenidad
Sé tranquilo en tu interior. Deja que esa paz y esa alegría
interior irradien a través de un semblante sereno.
Un semblante sereno es pacífico, sonriente y serio
y no muestra ninguna emoción violenta.
Es como la superficie de un lago en calma.
Disciplina
Sé regular en tus hábitos diarios, en tus prácticas
espirituales y en tu trabajo.
Levántate siempre a la misma hora.
Sé puntual en tus actividades.
Eso te liberará de preocupaciones y ansiedades.
Harás siempre lo correcto en su justo momento.
ALINEADO
Deja que tus palabras coincidan con tus pensamientos.
Deja que tus acciones coincidan con tus palabras.
Deja que haya armonía entre tus pensamientos,
palabras y acciones.
SIMPLICIDAD
Sé natural. Habla con sencillez.
No retuerzas las palabras, no caigas en los tópicos.
Sé llano. Evita la diplomacia, el disimulo y la sinuosidad.
VERACIDAD
Sé veraz. Cumple tus promesas.
No exageres ni retuerzas los hechos.
Piensa dos veces antes de hablar.
Habla dulcemente. Sé preciso en lo que dices.
HUMILDAD
No alardees de tu nacimiento, posición,
cualidades o logros espirituales.
Recuerda la naturaleza evanescente de todas las cosas.
Elogia a otros. Ve a Dios en todos.
Trata incluso a la más pequeña de las creaturas
como a tu igual.
SERENIDAD
La irritabilidad es precursora de violentas explosiones
de cólera. Vigila las alteraciones del equilibrio mental.
Observa las pequeñas olas de cólera que rizan el lago
de tu mente. No permitas que adquieran grandes
proporciones. Entonces alcanzarás un estado de no
irritabilidad, de paz y amor.
ECUANIMIDAD
Ten calma. Soporta pacientemente el insulto,
la injuria, el sufrimiento, el fracaso y la falta de respeto.
No te engrías con la alabanza, el éxito y los honores.
En ambas situaciones mantén una actitud equilibrada.
Obra igual con los amigos y con los enemigos.
No dejes nunca que nada disturbe tu paz interior.
FIJEZA
Recuerda que una mente inconstante
no tiene posibilidades de alcanzar nada.
Despierta tu discriminación. Elige tu ideal.
Tenlo siempre presente.
No dejes que tu mente se aparte de él ni un solo momento.
Sé tranquilo en tu interior. Deja que esa paz y esa alegría
interior irradien a través de un semblante sereno.
Un semblante sereno es pacífico, sonriente y serio
y no muestra ninguna emoción violenta.
Es como la superficie de un lago en calma.
Disciplina
Sé regular en tus hábitos diarios, en tus prácticas
espirituales y en tu trabajo.
Levántate siempre a la misma hora.
Sé puntual en tus actividades.
Eso te liberará de preocupaciones y ansiedades.
Harás siempre lo correcto en su justo momento.
ALINEADO
Deja que tus palabras coincidan con tus pensamientos.
Deja que tus acciones coincidan con tus palabras.
Deja que haya armonía entre tus pensamientos,
palabras y acciones.
SIMPLICIDAD
Sé natural. Habla con sencillez.
No retuerzas las palabras, no caigas en los tópicos.
Sé llano. Evita la diplomacia, el disimulo y la sinuosidad.
VERACIDAD
Sé veraz. Cumple tus promesas.
No exageres ni retuerzas los hechos.
Piensa dos veces antes de hablar.
Habla dulcemente. Sé preciso en lo que dices.
HUMILDAD
No alardees de tu nacimiento, posición,
cualidades o logros espirituales.
Recuerda la naturaleza evanescente de todas las cosas.
Elogia a otros. Ve a Dios en todos.
Trata incluso a la más pequeña de las creaturas
como a tu igual.
SERENIDAD
La irritabilidad es precursora de violentas explosiones
de cólera. Vigila las alteraciones del equilibrio mental.
Observa las pequeñas olas de cólera que rizan el lago
de tu mente. No permitas que adquieran grandes
proporciones. Entonces alcanzarás un estado de no
irritabilidad, de paz y amor.
ECUANIMIDAD
Ten calma. Soporta pacientemente el insulto,
la injuria, el sufrimiento, el fracaso y la falta de respeto.
No te engrías con la alabanza, el éxito y los honores.
En ambas situaciones mantén una actitud equilibrada.
Obra igual con los amigos y con los enemigos.
No dejes nunca que nada disturbe tu paz interior.
FIJEZA
Recuerda que una mente inconstante
no tiene posibilidades de alcanzar nada.
Despierta tu discriminación. Elige tu ideal.
Tenlo siempre presente.
No dejes que tu mente se aparte de él ni un solo momento.
Determinado a La Acción La Clave es actuar de manera adecuada
estar constantemente animado por el pensamiento siguiente: "En tal o cual punto todavía disto mucho de la perfección" y consagrar toda su vida más y más al perfeccionamiento, buscando asiduamente la vía verdadera. Es por una práctica así que se puede encontrar la Vía.
No hace aún cincuenta o sesenta años que los Samurais hacían sus abluciones cada mañana, se afeitaban la cabeza y perfumaban el moño. Luego se cortaban las uñas de las manos y de los pies, las limaban con piedra pómez y luego las pulían con hierba Kogane. No mostraban jamás señal alguna de pereza en este asunto y se cuidaban con atención. Después el Samurai verificaba su sable largo y su sable corto para comprobar que el óxido no los deterioraba; les quitaba el polvo y los limpiaba para cuidar su brillo.
Tomar tal cuidado de su apariencia puede parecer una manifestación de fatuidad pero esta costumbre no provenía de una inclinación para la elegancia o lo romancesco. Uno puede ser llamado en cualquier momento a librar una dura batalla; si se muere habiendo descuidado su pulcritud, se da muestra de una relajación general de las buenas costumbres y uno se expone al desprecio y al descuido del adversario. Esta es la razón por la cual los viejos y jóvenes Samurais han aportado siempre un gran cuidado en su presentación. Un escrúpulo tal puede parecer una pérdida de tiempo y una ocupación muy fútil, pero forma parte de la vida del Samurai. En realidad, ello precisa menos esfuerzo y tiempo de lo que parece. Si quiere estar dispuesto a morir, un Samurai debe considerarse ya muerto; si es diligente en su servicio y se perfecciona en las artes militares, no se cubrirá jamás de vergüenza. Pero si se dedica a hacer egoístamente lo que le plazca, en caso de crisis de deshonrará. Incluso, no será jamás consciente de su deshonra. Si nada le importa, excepto el hecho de no estar en peligro y de sentirse feliz, se descuidará de una manera completamente lamentable.
No hace aún cincuenta o sesenta años que los Samurais hacían sus abluciones cada mañana, se afeitaban la cabeza y perfumaban el moño. Luego se cortaban las uñas de las manos y de los pies, las limaban con piedra pómez y luego las pulían con hierba Kogane. No mostraban jamás señal alguna de pereza en este asunto y se cuidaban con atención. Después el Samurai verificaba su sable largo y su sable corto para comprobar que el óxido no los deterioraba; les quitaba el polvo y los limpiaba para cuidar su brillo.
Tomar tal cuidado de su apariencia puede parecer una manifestación de fatuidad pero esta costumbre no provenía de una inclinación para la elegancia o lo romancesco. Uno puede ser llamado en cualquier momento a librar una dura batalla; si se muere habiendo descuidado su pulcritud, se da muestra de una relajación general de las buenas costumbres y uno se expone al desprecio y al descuido del adversario. Esta es la razón por la cual los viejos y jóvenes Samurais han aportado siempre un gran cuidado en su presentación. Un escrúpulo tal puede parecer una pérdida de tiempo y una ocupación muy fútil, pero forma parte de la vida del Samurai. En realidad, ello precisa menos esfuerzo y tiempo de lo que parece. Si quiere estar dispuesto a morir, un Samurai debe considerarse ya muerto; si es diligente en su servicio y se perfecciona en las artes militares, no se cubrirá jamás de vergüenza. Pero si se dedica a hacer egoístamente lo que le plazca, en caso de crisis de deshonrará. Incluso, no será jamás consciente de su deshonra. Si nada le importa, excepto el hecho de no estar en peligro y de sentirse feliz, se descuidará de una manera completamente lamentable.
Entrenarse para Mejorarse!!!!
"El Samurai debe entrenarse toda su vida", y para ello hay una razón. Al principio, incluso en caso de práctica regular, uno no tiene la sensación de progresar. Uno se sabe poco hábil y ve a los demás a su propia imagen. En este estadio es inútil precisar que no se es de ninguna utilidad al servicio del Daimyo. Cuando se alcanza un estadio mediano, uno no es todavía de gran utilidad pero toma conciencia de sus deficiencias y empieza a notar las imperfecciones de los otros.
Cuando un Samurai alcanza un nivel superior, es capaz de tomar, por propia iniciativa, decisiones en cualquier situación, de tal manera que ya no necesita los consejos de los otros. Un Samurai es, podemos decirlo, útil al Daimyo. Luego, por encima de este nivel, están aquellos cuyo rostro jamás revela lo que piensan, los que no hacen jamás gala de su habilidad, que fingen ignorancia e incompetencia. Y lo que es más: respetan la habilidad de los otros. Para muchos, ésta es la ambición más alta. Pero a un nivel todavía más elevado existe un dominio que supera la habilidad del común de los mortales. El que se compromete a fondo en la Vía de este campo, toma conciencia de que su entrenamiento será ilimitado y que no podrá estar jamás satisfecho de su trabajo. Por esto un Samurai debe conocer sus debilidades y pasar su vida corrigiéndolas sin jamás tener el sentimiento de haber hecho ya lo suficiente. No debe, naturalmente, tener demasiada confianza pero tampoco sentirse inferior.
Yagyu, el maestro de la Vía del Sable, que enseñaba al Shogun Tokugawa, decía: "Yo no sé cómo superar a los otros. Todo lo que sé es cómo superarme a mí mismo". El se decía: "Hoy, yo soy mejor que ayer, mañana todavía seré superior". Un verdadero Samurai consagra todo su tiempo al perfeccionamiento de sí mismo. Es por ello que el entrenamiento es un proceso sin fin.
Cuando un Samurai alcanza un nivel superior, es capaz de tomar, por propia iniciativa, decisiones en cualquier situación, de tal manera que ya no necesita los consejos de los otros. Un Samurai es, podemos decirlo, útil al Daimyo. Luego, por encima de este nivel, están aquellos cuyo rostro jamás revela lo que piensan, los que no hacen jamás gala de su habilidad, que fingen ignorancia e incompetencia. Y lo que es más: respetan la habilidad de los otros. Para muchos, ésta es la ambición más alta. Pero a un nivel todavía más elevado existe un dominio que supera la habilidad del común de los mortales. El que se compromete a fondo en la Vía de este campo, toma conciencia de que su entrenamiento será ilimitado y que no podrá estar jamás satisfecho de su trabajo. Por esto un Samurai debe conocer sus debilidades y pasar su vida corrigiéndolas sin jamás tener el sentimiento de haber hecho ya lo suficiente. No debe, naturalmente, tener demasiada confianza pero tampoco sentirse inferior.
Yagyu, el maestro de la Vía del Sable, que enseñaba al Shogun Tokugawa, decía: "Yo no sé cómo superar a los otros. Todo lo que sé es cómo superarme a mí mismo". El se decía: "Hoy, yo soy mejor que ayer, mañana todavía seré superior". Un verdadero Samurai consagra todo su tiempo al perfeccionamiento de sí mismo. Es por ello que el entrenamiento es un proceso sin fin.
Mejorarse a Sí Mismo
"El Samurai debe entrenarse toda su vida", y para ello hay una razón. Al principio, incluso en caso de práctica regular, uno no tiene la sensación de progresar. Uno se sabe poco hábil y ve a los demás a su propia imagen. En este estadio es inútil precisar que no se es de ninguna utilidad al servicio del Daimyo. Cuando se alcanza un estadio mediano, uno no es todavía de gran utilidad pero toma conciencia de sus deficiencias y empieza a notar las imperfecciones de los otros.
Cuando un Samurai alcanza un nivel superior, es capaz de tomar, por propia iniciativa, decisiones en cualquier situación, de tal manera que ya no necesita los consejos de los otros. Un Samurai es, podemos decirlo, útil al Daimyo. Luego, por encima de este nivel, están aquellos cuyo rostro jamás revela lo que piensan, los que no hacen jamás gala de su habilidad, que fingen ignorancia e incompetencia. Y lo que es más: respetan la habilidad de los otros. Para muchos, ésta es la ambición más alta. Pero a un nivel todavía más elevado existe un dominio que supera la habilidad del común de los mortales. El que se compromete a fondo en la Vía de este campo, toma conciencia de que su entrenamiento será ilimitado y que no podrá estar jamás satisfecho de su trabajo. Por esto un Samurai debe conocer sus debilidades y pasar su vida corrigiéndolas sin jamás tener el sentimiento de haber hecho ya lo suficiente. No debe, naturalmente, tener demasiada confianza pero tampoco sentirse inferior.
Yagyu, el maestro de la Vía del Sable, que enseñaba al Shogun Tokugawa, decía: "Yo no sé cómo superar a los otros. Todo lo que sé es cómo superarme a mí mismo". El se decía: "Hoy, yo soy mejor que ayer, mañana todavía seré superior". Un verdadero Samurai consagra todo su tiempo al perfeccionamiento de sí mismo. Es por ello que el entrenamiento es un proceso sin fin.
Cuando un Samurai alcanza un nivel superior, es capaz de tomar, por propia iniciativa, decisiones en cualquier situación, de tal manera que ya no necesita los consejos de los otros. Un Samurai es, podemos decirlo, útil al Daimyo. Luego, por encima de este nivel, están aquellos cuyo rostro jamás revela lo que piensan, los que no hacen jamás gala de su habilidad, que fingen ignorancia e incompetencia. Y lo que es más: respetan la habilidad de los otros. Para muchos, ésta es la ambición más alta. Pero a un nivel todavía más elevado existe un dominio que supera la habilidad del común de los mortales. El que se compromete a fondo en la Vía de este campo, toma conciencia de que su entrenamiento será ilimitado y que no podrá estar jamás satisfecho de su trabajo. Por esto un Samurai debe conocer sus debilidades y pasar su vida corrigiéndolas sin jamás tener el sentimiento de haber hecho ya lo suficiente. No debe, naturalmente, tener demasiada confianza pero tampoco sentirse inferior.
Yagyu, el maestro de la Vía del Sable, que enseñaba al Shogun Tokugawa, decía: "Yo no sé cómo superar a los otros. Todo lo que sé es cómo superarme a mí mismo". El se decía: "Hoy, yo soy mejor que ayer, mañana todavía seré superior". Un verdadero Samurai consagra todo su tiempo al perfeccionamiento de sí mismo. Es por ello que el entrenamiento es un proceso sin fin.
martes, 4 de enero de 2011
Conducir la VIDA con RECTITUD!!!!!
Esta debe de ser nuestra pasión.
El Conducir nuestra vida por La Rectitud.
Abominar del mal y conducir su vida con rectitud se vuelve extremadamente difícil. Ello es bastante sorprendente pero muchos errores tienen por origen la creencia de que es esencial ser estrictamente lógico y colocar la rectitud por encima de cualquier otra cosa. Existe una vía más elevada que la rectitud, pero su descubrimiento no es una cosa fácil e impone una profunda sabiduría. Comparados con esta vía, los principios lógicos son insignificante, en efecto. Aunque para el que no tenga la experiencia de ella o no la conozca, existe una manera de descubrir la verdad, incluso si uno no ha sabido discernirla solo. Esta vía consiste en hablar con otros. Ocurre a menudo que una persona, aunque imperfecta, puede dar consejos juiciosos a otra, porque ella puede dominar la situación exterior, del mismo que el que, en el juego de Go, tiene "la ventaja de ser espectador". Se dice que es igualmente posible discernir sus faltas por la "mirada en uno mismo" y por la meditación, pero también en este caso el resultado es igualmente mejor cuando uno habla con otros. La razón de esto es que se puede superar su propia facultad de discernimiento si uno aprende a escuchar con provecho a los demás y leer libros.
Uno siempre se enriquece de la sabiduría de los Antiguos.
El Conducir nuestra vida por La Rectitud.
Abominar del mal y conducir su vida con rectitud se vuelve extremadamente difícil. Ello es bastante sorprendente pero muchos errores tienen por origen la creencia de que es esencial ser estrictamente lógico y colocar la rectitud por encima de cualquier otra cosa. Existe una vía más elevada que la rectitud, pero su descubrimiento no es una cosa fácil e impone una profunda sabiduría. Comparados con esta vía, los principios lógicos son insignificante, en efecto. Aunque para el que no tenga la experiencia de ella o no la conozca, existe una manera de descubrir la verdad, incluso si uno no ha sabido discernirla solo. Esta vía consiste en hablar con otros. Ocurre a menudo que una persona, aunque imperfecta, puede dar consejos juiciosos a otra, porque ella puede dominar la situación exterior, del mismo que el que, en el juego de Go, tiene "la ventaja de ser espectador". Se dice que es igualmente posible discernir sus faltas por la "mirada en uno mismo" y por la meditación, pero también en este caso el resultado es igualmente mejor cuando uno habla con otros. La razón de esto es que se puede superar su propia facultad de discernimiento si uno aprende a escuchar con provecho a los demás y leer libros.
Uno siempre se enriquece de la sabiduría de los Antiguos.
La Mejora Empieza Por Uno Mismo
Es importante Avanzar en la Mejora Personal
Son tantas las cosas en que podemos Mejorar
Reprender y corregir a alguien por sus errores es importante. Este acto esencialmente caritativo es la primera obligación del Samurai. Pero hay que esforzarse en hacerlo de la manera conveniente. En efecto, es fácil encontrar cualidades y defectos en la conducta del prójimo. También es igualmente fácil criticarlo. La mayoría de las personas se imagina que es por gentileza que dicen a los otros lo que no desean oír y si alguna vez sus críticas son mal acogidas, piensan que los otros son incurables. Tal manera de pensar no es razonable. La misma da tan malos resultados como colocar a alguien en una situación embarazosa o bien si alguien nos insultara. Esto no es muchas veces más que una mala manera de sacar lo que nos pesa en el corazón.
La crítica sólo debe intervenir después de haber discernido si la persona la aceptará o no, después que uno se ha hecho amigo de ella, de haber compartido sus intereses y de haberse comportado de manera tal que nos concede su entera confianza para que tenga fe en nuestras palabras. Luego interviene el tacto. Hay que sentir el buen momento y la buena manera de ejercer su crítica - por carta o al regresar de una reunión particularmente agradable-. Hay que empezar comentando sus propios fallos y luego llevar a su interlocutor a comprender, sin pronunciar más palabras de las necesarias.
Hay que alabar sus méritos; esforzarse en darle ánimos, en preparar su humor; volverlo tan receptivo a las observaciones del mismo modo que el hombre sediento lo es al agua. Es entonces cuando hay que corregir sus errores. La crítica constructiva es delicada.
Sé por experiencia que las costumbres malas y antiguas, no ceden sin fuerza. Me parece que la actitud más verdaderamente caritativa consiste, para todos los Samurais al servicio de un mismo Daimyo, en ser benevolentes y amistosos los unos con lo otros, corregir mutuamente sus errores para servir luego al Daimyo. Poniendo a alguien voluntariamente en una situación embarazosa no se hace nada constructivo. ¿Cómo podría ser de otro modo?
Previsión
El lenguaje militar emplea los términos de "Samurai ilustrado" y de "Samurai ignorante". Un Samurai que ha esperado tenerse que enfrentar con situaciones difíciles para aprender a salir de ellas no es ilustrado. Un Samurai que se preocupa por adelantado de todas las situaciones y soluciones posibles, es sabio. Será por lo tanto capaz de hacerle frente con brillantez cuando la ocasión se presente. No importa lo que ocurra, un Samurai ilustrado es aquel que se preocupa de los detalles de la acción, antes de la hora. Un Samurai imprevisor, en cambio, da la penosa impresión de arrastrase en una gran confusión y su éxito sólo proviene de una suerte anormal. Sólo un Samurai negligente no considera todas las eventualidades antes del momento de la acción.
No comparto la opinión de los que preconizan una autoridad estricta y constante.
Como dice el proverbio: "El pez no vive en el agua clara". Son las algas las que le permiten desarrollarse plenamente hasta su madurez. Es cuando uno pasa de los detalles y no cuida de las quejas menores cuando es capaz de procurar la serenidad a los que nos sirven. La comprensión de este principio es esencial para el que quiera comprender el carácter y el comportamiento de los demás.
Cuando el Señor Mitsushige sólo era un niño, se le pidió leer un pasaje de un libro del Monje Kaion; llamó a los otros niños y a los acólitos para decirles: "Os ruego que os acerquéis y escuchéis. Es muy difícil leer cuando no hay casi nadie que escuche".
El monje quedó impresionado y dijo a los fieles: "Es con este espíritu que hay que hacer todas las cosas".
Como Ha de Ser el Samurai
Tengo la impresión de que los jóvenes Samurais de hoy en día se han fijado objetivos lamentablemente bajos. Tienen la mirada furtiva de los ladrones. La mayoría sólo busca su interés personal o hacer gala de su inteligencia. Incluso los que parecen tener el alma serena sólo muestran una fachada. Esta actitud no es conveniente. Un Samurai sólo lo es verdaderamente en la medida que no tiene otro deseo que morir rápidamente -y de volverse puro espíritu- ofreciendo su vida a su amo, en la medida donde su preocupación constante es el bienestar de su Daimyo, al que rinde cuentas continuamente, sin cesar, de la manera mediante la cual resuelve los problemas para consolidar las estructuras del dominio. De este modo, Daimyo y servidores deben estar determinados de la misma manera. Es indispensable que nadie, ni siquiera los dioses y los Budas, puedan haceros desviar de la meta fijada.
Son tantas las cosas en que podemos Mejorar
Reprender y corregir a alguien por sus errores es importante. Este acto esencialmente caritativo es la primera obligación del Samurai. Pero hay que esforzarse en hacerlo de la manera conveniente. En efecto, es fácil encontrar cualidades y defectos en la conducta del prójimo. También es igualmente fácil criticarlo. La mayoría de las personas se imagina que es por gentileza que dicen a los otros lo que no desean oír y si alguna vez sus críticas son mal acogidas, piensan que los otros son incurables. Tal manera de pensar no es razonable. La misma da tan malos resultados como colocar a alguien en una situación embarazosa o bien si alguien nos insultara. Esto no es muchas veces más que una mala manera de sacar lo que nos pesa en el corazón.
La crítica sólo debe intervenir después de haber discernido si la persona la aceptará o no, después que uno se ha hecho amigo de ella, de haber compartido sus intereses y de haberse comportado de manera tal que nos concede su entera confianza para que tenga fe en nuestras palabras. Luego interviene el tacto. Hay que sentir el buen momento y la buena manera de ejercer su crítica - por carta o al regresar de una reunión particularmente agradable-. Hay que empezar comentando sus propios fallos y luego llevar a su interlocutor a comprender, sin pronunciar más palabras de las necesarias.
Hay que alabar sus méritos; esforzarse en darle ánimos, en preparar su humor; volverlo tan receptivo a las observaciones del mismo modo que el hombre sediento lo es al agua. Es entonces cuando hay que corregir sus errores. La crítica constructiva es delicada.
Sé por experiencia que las costumbres malas y antiguas, no ceden sin fuerza. Me parece que la actitud más verdaderamente caritativa consiste, para todos los Samurais al servicio de un mismo Daimyo, en ser benevolentes y amistosos los unos con lo otros, corregir mutuamente sus errores para servir luego al Daimyo. Poniendo a alguien voluntariamente en una situación embarazosa no se hace nada constructivo. ¿Cómo podría ser de otro modo?
Previsión
El lenguaje militar emplea los términos de "Samurai ilustrado" y de "Samurai ignorante". Un Samurai que ha esperado tenerse que enfrentar con situaciones difíciles para aprender a salir de ellas no es ilustrado. Un Samurai que se preocupa por adelantado de todas las situaciones y soluciones posibles, es sabio. Será por lo tanto capaz de hacerle frente con brillantez cuando la ocasión se presente. No importa lo que ocurra, un Samurai ilustrado es aquel que se preocupa de los detalles de la acción, antes de la hora. Un Samurai imprevisor, en cambio, da la penosa impresión de arrastrase en una gran confusión y su éxito sólo proviene de una suerte anormal. Sólo un Samurai negligente no considera todas las eventualidades antes del momento de la acción.
No comparto la opinión de los que preconizan una autoridad estricta y constante.
Como dice el proverbio: "El pez no vive en el agua clara". Son las algas las que le permiten desarrollarse plenamente hasta su madurez. Es cuando uno pasa de los detalles y no cuida de las quejas menores cuando es capaz de procurar la serenidad a los que nos sirven. La comprensión de este principio es esencial para el que quiera comprender el carácter y el comportamiento de los demás.
Cuando el Señor Mitsushige sólo era un niño, se le pidió leer un pasaje de un libro del Monje Kaion; llamó a los otros niños y a los acólitos para decirles: "Os ruego que os acerquéis y escuchéis. Es muy difícil leer cuando no hay casi nadie que escuche".
El monje quedó impresionado y dijo a los fieles: "Es con este espíritu que hay que hacer todas las cosas".
Como Ha de Ser el Samurai
Tengo la impresión de que los jóvenes Samurais de hoy en día se han fijado objetivos lamentablemente bajos. Tienen la mirada furtiva de los ladrones. La mayoría sólo busca su interés personal o hacer gala de su inteligencia. Incluso los que parecen tener el alma serena sólo muestran una fachada. Esta actitud no es conveniente. Un Samurai sólo lo es verdaderamente en la medida que no tiene otro deseo que morir rápidamente -y de volverse puro espíritu- ofreciendo su vida a su amo, en la medida donde su preocupación constante es el bienestar de su Daimyo, al que rinde cuentas continuamente, sin cesar, de la manera mediante la cual resuelve los problemas para consolidar las estructuras del dominio. De este modo, Daimyo y servidores deben estar determinados de la misma manera. Es indispensable que nadie, ni siquiera los dioses y los Budas, puedan haceros desviar de la meta fijada.
Libre de Todas Mascaras y Reconocer nuestros fallos
“Dios quiere que seamos libres de toda máscara, cuando somos criaturas nuevas en Cristo Jesús, ¡pero pocos realmente quieren este cambio en su vida, ya que es mejor esconderse detrás de una máscara!”
¿Quién puede decir que nunca utilizó una “máscara” que no dejaba ver quién realmente es? La verdad es que muchos de nosotros la hemos usado para protegernos, para conservar un trabajo o con otro fin. ¡A veces estamos dispuestos a utilizar máscaras! Unos pocos versículos nos mostrarán el perfil de una “máscara”:
Mateo 6,2 – Dar limosna para traer gloria para sí mismo.
Mateo 6,2 – Ostentoso para ser alabado por otros.
Mateo 15,7-8 –Habla de Dios, pero no obedece a sus padres.
Lucas 13,14-16 – No ayuda a sus padres, amigos y enfermos, con disculpas religiosas.
En el Nuevo Testamento no hay pecado más fuertemente condenado por Jesús que la hipocresía, y en la opinión de mucha gente que no hay pecado más odiado. As veces las personas usan máscaras para ocultar su complejo de inferioridad, entre otras cosas. Pero el rey David comprendió que no hay manera de mentir a Dios o escapar de su justicia.
El Señor sabe cómo somos realmente. Él sabe lo que está en nosotros antes de la palabra llegue a la boca (Salmo 139:1-10). Así que dijo: ” ” ¡Oh Dios! Tú me has examinado y me conoces, mi corazón prueba y conoce mis pensamientos, ve si hay camino de perversidad y guiarme por el camino eterno” (Salmos 139:23-24).
Dios no nos creó para vivir con máscara, para ocultar la verdad de lo que somos. Dios nos ama y está dispuesto a ayudarnos a mejorar, porque él conoce las profundidades de nuestro ser, es hora de volver al Señor, porque Él siempre está dispuesto PARA CONDUCIRNOS EN EL CAMINO DE LA VERDAD.
Que Dios nos abra sus ojos y oídos espirituales para que podamos entender Su voluntad en nuestras vidas. Y con plena autoridad y poder nos limpie de pecado para dejar de usar las máscaras que ocultan lo que realmente somos.
¡Paz del Señor!
¿Quién puede decir que nunca utilizó una “máscara” que no dejaba ver quién realmente es? La verdad es que muchos de nosotros la hemos usado para protegernos, para conservar un trabajo o con otro fin. ¡A veces estamos dispuestos a utilizar máscaras! Unos pocos versículos nos mostrarán el perfil de una “máscara”:
Mateo 6,2 – Dar limosna para traer gloria para sí mismo.
Mateo 6,2 – Ostentoso para ser alabado por otros.
Mateo 15,7-8 –Habla de Dios, pero no obedece a sus padres.
Lucas 13,14-16 – No ayuda a sus padres, amigos y enfermos, con disculpas religiosas.
En el Nuevo Testamento no hay pecado más fuertemente condenado por Jesús que la hipocresía, y en la opinión de mucha gente que no hay pecado más odiado. As veces las personas usan máscaras para ocultar su complejo de inferioridad, entre otras cosas. Pero el rey David comprendió que no hay manera de mentir a Dios o escapar de su justicia.
El Señor sabe cómo somos realmente. Él sabe lo que está en nosotros antes de la palabra llegue a la boca (Salmo 139:1-10). Así que dijo: ” ” ¡Oh Dios! Tú me has examinado y me conoces, mi corazón prueba y conoce mis pensamientos, ve si hay camino de perversidad y guiarme por el camino eterno” (Salmos 139:23-24).
Dios no nos creó para vivir con máscara, para ocultar la verdad de lo que somos. Dios nos ama y está dispuesto a ayudarnos a mejorar, porque él conoce las profundidades de nuestro ser, es hora de volver al Señor, porque Él siempre está dispuesto PARA CONDUCIRNOS EN EL CAMINO DE LA VERDAD.
Que Dios nos abra sus ojos y oídos espirituales para que podamos entender Su voluntad en nuestras vidas. Y con plena autoridad y poder nos limpie de pecado para dejar de usar las máscaras que ocultan lo que realmente somos.
¡Paz del Señor!
Vivir Sin mascaras
Las máscaras (o caretas) son utilizadas para esconder nuestra verdadera identidad y hacernos parecer algo que no somos. ¿Alguna vez usaste una?
Detrás de ellas ocultamos nuestros verdaderos sentimientos y pensamientos, porque si nos mostramos tal como somos tenemos miedo a ser rechazados o lastimados. ¿Quieres conocer algunas? Tal vez te sientas identificada:
La Máscara del Aislamiento.
“Mejor sola que mal acompañada”. “Yo no necesito de Dios”. “No puedo confiar en nadie, porque me han fallado muchas veces”. “Yo siempre me las arreglé sola”. Te aíslas por situaciones que has vivido. Algo te marcó, te lastimó, hizo que levantaras muros de aislamiento en tu vida y no dejas entrar a nadie, por miedo a que vuelvan a lastimarte.
La Máscara de Llamar la Atención.
Lloras, interrumpes, golpeas la puerta, te desmayas, te enfermas y mil cosas más, por la necesidad de llamar la atención y sentir que eres tenida en cuenta.
Cuando usas ésta máscara buscas que todo gire alrededor tuyo, como si sólo importaras tú y fueras el centro del universo.
La Máscara de la Crítica.
Cuando usas ésta máscara sólo te enfocas en los errores y defectos de los demás. A todos les encuentras algo para criticarlos. “Es feísimo”, “no sabe nada”, “cómo puede ser tan torpe”, “seguro que están hablando mal de mí”…
No eres capaz de ver tus propios errores, pero te vuelves experta en errores ajenos.
La Máscara del Perfeccionismo.
Todo tiene que salirte perfecto. Debes ser la cristiana 10, con el cuerpo 10 y 10 en simpatía. Menos es fracasar. Si sacas 9 en vez de 10 te sientes reprobada, y no puedes disfrutarlo. Tu segundo nombre es “perfección”.
En la búsqueda de la “perfección” te sobre exiges y le exiges a los demás que te quieran, que te escuchen, que sean súper santos y súper comprometidos.
Tal vez pienses, ¿cómo podrá amarme Dios si no hago todo bien? O, ¿si no soy todo lo que los demás esperan de mi, cómo podré sentirme aceptada y amada? Pero esto que piensas no es verdad. Son mentiras que se han establecido en tu mente y corazón. Dios no te ama por lo que haces, Dios te ama por lo que eres y porque Él ha elegido amarte. No puedes comprarle amor a Dios, ni tampoco puedes perder el amor de Dios. Él te ama. Punto.
Pero hay un momento, cuando la puerta de tu habitación se cierra, se caen tus máscaras, y sólo Dios conoce lo que pasa por tu interior. Y hoy Él quiere sanarte, quiere liberarte de tus caretas. Él te ama profundamente y desea intensamente que seas tú misma, todo el tiempo.
Piénsalo.
¿Qué clases de máscaras utilizas habitualmente? ¿Algunas de las mencionadas u otras?
¿Quieres ser realmente tú misma y vivir libre?
Reconoce cuáles son tus máscaras. Ora renunciando a ellas en el nombre de Jesús, y pídele sus fuerzas para ser tú misma en todo momento.
Detrás de ellas ocultamos nuestros verdaderos sentimientos y pensamientos, porque si nos mostramos tal como somos tenemos miedo a ser rechazados o lastimados. ¿Quieres conocer algunas? Tal vez te sientas identificada:
La Máscara del Aislamiento.
“Mejor sola que mal acompañada”. “Yo no necesito de Dios”. “No puedo confiar en nadie, porque me han fallado muchas veces”. “Yo siempre me las arreglé sola”. Te aíslas por situaciones que has vivido. Algo te marcó, te lastimó, hizo que levantaras muros de aislamiento en tu vida y no dejas entrar a nadie, por miedo a que vuelvan a lastimarte.
La Máscara de Llamar la Atención.
Lloras, interrumpes, golpeas la puerta, te desmayas, te enfermas y mil cosas más, por la necesidad de llamar la atención y sentir que eres tenida en cuenta.
Cuando usas ésta máscara buscas que todo gire alrededor tuyo, como si sólo importaras tú y fueras el centro del universo.
La Máscara de la Crítica.
Cuando usas ésta máscara sólo te enfocas en los errores y defectos de los demás. A todos les encuentras algo para criticarlos. “Es feísimo”, “no sabe nada”, “cómo puede ser tan torpe”, “seguro que están hablando mal de mí”…
No eres capaz de ver tus propios errores, pero te vuelves experta en errores ajenos.
La Máscara del Perfeccionismo.
Todo tiene que salirte perfecto. Debes ser la cristiana 10, con el cuerpo 10 y 10 en simpatía. Menos es fracasar. Si sacas 9 en vez de 10 te sientes reprobada, y no puedes disfrutarlo. Tu segundo nombre es “perfección”.
En la búsqueda de la “perfección” te sobre exiges y le exiges a los demás que te quieran, que te escuchen, que sean súper santos y súper comprometidos.
Tal vez pienses, ¿cómo podrá amarme Dios si no hago todo bien? O, ¿si no soy todo lo que los demás esperan de mi, cómo podré sentirme aceptada y amada? Pero esto que piensas no es verdad. Son mentiras que se han establecido en tu mente y corazón. Dios no te ama por lo que haces, Dios te ama por lo que eres y porque Él ha elegido amarte. No puedes comprarle amor a Dios, ni tampoco puedes perder el amor de Dios. Él te ama. Punto.
Pero hay un momento, cuando la puerta de tu habitación se cierra, se caen tus máscaras, y sólo Dios conoce lo que pasa por tu interior. Y hoy Él quiere sanarte, quiere liberarte de tus caretas. Él te ama profundamente y desea intensamente que seas tú misma, todo el tiempo.
Piénsalo.
¿Qué clases de máscaras utilizas habitualmente? ¿Algunas de las mencionadas u otras?
¿Quieres ser realmente tú misma y vivir libre?
Reconoce cuáles son tus máscaras. Ora renunciando a ellas en el nombre de Jesús, y pídele sus fuerzas para ser tú misma en todo momento.
Austeridad y Honestidad
La Honestidad ...
Con frecuencia la honestidad nos turba. La verdad puede ser dura e incómoda, el que la dice peca de falta de tacto, el que la recibe se disgusta por la revelación. «No me gusta cómo te has cortado el pelo», «La comida que has preparado está sin sabor», «No me apetece estar contigo esta noche». De entrada parece que decir la verdad es más incómodo y complicado que mentir. Es justamente esta convicción la que nos lleva a mentir, con el fin de ocultar nuestras debilidades y evitar dar explicaciones o crearnos problemas, por pereza o quizá por temor. Pero es mentir lo que, a la larga, resulta más difícil y nos complica la vida.
Ser transparentes es un alivio. Las aguas turbias ocultan un sinfín de sorpresas desagradables. El agua clara nos muestra el fondo del mar, la basura y el detritus en caso de que existan, y al mismo tiempo los peces multicolores, las conchas, las estrellas de mar. La honestidad nos permite mirar a otro a los ojos y ver a través de ellos su corazón, porque no existe velo alguno, ni engaño. Nos permite mostrarnos tal como somos, y mirar a los demás de frente, sin desviar la mirada.
La honestidad funciona en sentido bilateral: hacia nosotros mismos y hacia los demás. Conocernos a nosotros mismos, es la condición sine qua non de la salud mental. No podemos conocernos si permanecemos aislados. En primer lugar debemos dejar que los otros nos conozcan, sin mentiras ni dobleces. Todos los síntomas neuróticos, como el temor a salir de casa o la depresión, no son sino unas barreras que erigimos para ocultarnos de los demás. Tan pronto como nos volvemos más transparentes, empezamos a sentirnos mejor. No obstante, también podemos aprender, paralelamente, a ser honestos con nosotros mismos, a escrutar con mirada firme nuestro mundo interior sin que éste nos produzca rechazo. Escribir sobre nosotros mismos es una forma de conectar con nuestras emociones, una autor revelación, lo cual nos permite conectar mejor con los demás.
En La Divina comedia, Dante describe a los hipócritas en el infierno. Éstos van cubiertos con una pesada capa metálica: dorada por fuera, pero de plomo por dentro. Es agobiante arrastrar esta reluciente capa, tan falsa como pesada, que representa lo que no son y jamás pueden ser. El no tener que fingir simplifica nuestra vida. Por otra parte, pasarse la vida fingiendo ser lo que uno no es requiere un esfuerzo gigantesco.
La honestidad, a veces tan dura, tiene mucho en común con la bondad, aunque puedan parecer opuestas. Porque si en la base de la bondad hay falsedad, deja de ser bondad y se convierte en falsa cortesía. No brota del corazón, sino del temor a arriesgarse, a provocar una reacción violenta o a afrontar acusaciones y disputas. ¿Qué prefieres: la bondad auténtica, dispuesta siempre a decir la verdad por incómoda que sea, o la educación de alguien que evita la confrontación, que asegura estar divirtiéndose cuando se aburre, que dice sí cuando quiere decir no, y que sonríe cuando se retuerce por dentro?
Existen muchas personas que dicen Sí cuando quieren decir No. Incluso han dicho sí a importantes compromisos, como el matrimonio, la adquisición de una vivienda, un contrato laboral. Y han dejado que otros utilizaran y abusaran de su tiempo y espacio, «¿Por qué no sales con nosotros esta noche?», «¿Puedes hacer este trabajo por mí?», ¿Puedes quedarte con mis dos gatos mientras estoy fuera?» «¿Puedo quedarme en tu casa unas semanas?» La incapacidad de pronunciar la palabra mágica en ocasiones conduce al desastre. Hace que las personas convivan con alguien que les repele, en una casa en la que no se sienten a gusto, que realicen el trabajo de otros y que pierdan la serenidad de ánimo. Las obliga a vivir una vida que no es la suya, y todo porque no tienen el coraje y la honestidad de decir una sencilla palabra, firme y sincera, que salvaría sus vidas y las de otros: «NO».
Obrar honestamente —incluso a riesgo de decir una verdad desagradable, o decir no y contrariar a otros—, si se hace con inteligencia y tacto, a la larga es preferible, porque así respetamos nuestra integridad y reconocemos la capacidad en los demás de ser competentes y maduros. Piensa en cómo te sentirías si descubrieras que alguien trataba de protegerte, por ejemplo ocultándote la gravedad de una enfermedad, no revelándole un asunto espinoso del que todo el mundo estaba al corriente, no diciéndote que se te había corrido el maquillaje. Todo por educación, para protegerte. Sin duda te sentirías subestimado, incluso traicionado. ¿Por qué no ha tenido nadie el valor de decírmelo?
Ser honesto significa reconocer un problema, en lugar de fingir que no existe. No podemos fingir que los problemas no existen, ni resolverlos con distracciones efímeras. Debemos afrontarlos con valentía y honestidad.
La honestidad no sólo tiene que ver con los aspectos difíciles e ingratos de la vida, sino que está relacionada, en mayor medida, con los aspectos creativos y hermosos. A menudo, por extraño que parezca, ocultamos estos aspectos: nuestra ternura, nuestra buena fe, nuestros pensamientos originales, nuestra capacidad de conmovernos. En parte lo hacemos por un sentido de discreción: no queremos abrumar a los demás con nuestras emociones. Pero principalmente lo hacemos para protegernos. No queremos que los otros nos vean así. Nos sentiríamos débiles, vulnerables, incluso ridículos. Es preferible parecer un poco cínico, incluso duro, o, cuando menos, no arriesgarnos a mostrar nuestros sentimientos y emociones. No obstante, de esa forma nos separamos de la parte más espiritual y hermosa de nuestro ser. E impedimos que los otros la vean.
Ser honesto es más fácil que mentir. La mentira tiene mil caras, la verdad sólo una. Podemos fingir que sentimos unas emociones que en realidad no sentimos, ser muchas personas que no somos. Pero si dejamos de fingir, todos los artificios y esfuerzos que apuntalan nuestra vida se desmoronan. Lo débiles y torpes que nos mostramos muchas veces cuando tratamos de ocultar nuestros sentimientos. Y lo importante que es, dentro de los límites del tacto y el buen gusto, ser sinceros y demostrar sin tapujos lo que sentimos y quiénes somos. ¿Cuándo somos más amables, cuando ocultamos nuestro calor, nuestros sueños, nuestras dudas y nuestro sentido del humor, o cuando los revelamos?
La honestidad no sólo es compatible con la bondad auténtica, sino que constituye su misma base. La falsa bondad contamina y dificulta la auténtica bondad. Si uno no vive en la verdad, no puede comunicarse con otros, no puede confiar, no puede relacionarse con los demás. Si uno no llama a las cosas por su nombre, por duro que sea, vive en un mundo de sueños. No hay sitio para ti y para mí, sólo para perniciosas quimeras. En tanto en cuanto mentimos, vivimos una vida despojada de realidad. Y la bondad no puede existir en un mundo de máscaras y fantasmas.
Con frecuencia la honestidad nos turba. La verdad puede ser dura e incómoda, el que la dice peca de falta de tacto, el que la recibe se disgusta por la revelación. «No me gusta cómo te has cortado el pelo», «La comida que has preparado está sin sabor», «No me apetece estar contigo esta noche». De entrada parece que decir la verdad es más incómodo y complicado que mentir. Es justamente esta convicción la que nos lleva a mentir, con el fin de ocultar nuestras debilidades y evitar dar explicaciones o crearnos problemas, por pereza o quizá por temor. Pero es mentir lo que, a la larga, resulta más difícil y nos complica la vida.
Ser transparentes es un alivio. Las aguas turbias ocultan un sinfín de sorpresas desagradables. El agua clara nos muestra el fondo del mar, la basura y el detritus en caso de que existan, y al mismo tiempo los peces multicolores, las conchas, las estrellas de mar. La honestidad nos permite mirar a otro a los ojos y ver a través de ellos su corazón, porque no existe velo alguno, ni engaño. Nos permite mostrarnos tal como somos, y mirar a los demás de frente, sin desviar la mirada.
La honestidad funciona en sentido bilateral: hacia nosotros mismos y hacia los demás. Conocernos a nosotros mismos, es la condición sine qua non de la salud mental. No podemos conocernos si permanecemos aislados. En primer lugar debemos dejar que los otros nos conozcan, sin mentiras ni dobleces. Todos los síntomas neuróticos, como el temor a salir de casa o la depresión, no son sino unas barreras que erigimos para ocultarnos de los demás. Tan pronto como nos volvemos más transparentes, empezamos a sentirnos mejor. No obstante, también podemos aprender, paralelamente, a ser honestos con nosotros mismos, a escrutar con mirada firme nuestro mundo interior sin que éste nos produzca rechazo. Escribir sobre nosotros mismos es una forma de conectar con nuestras emociones, una autor revelación, lo cual nos permite conectar mejor con los demás.
En La Divina comedia, Dante describe a los hipócritas en el infierno. Éstos van cubiertos con una pesada capa metálica: dorada por fuera, pero de plomo por dentro. Es agobiante arrastrar esta reluciente capa, tan falsa como pesada, que representa lo que no son y jamás pueden ser. El no tener que fingir simplifica nuestra vida. Por otra parte, pasarse la vida fingiendo ser lo que uno no es requiere un esfuerzo gigantesco.
La honestidad, a veces tan dura, tiene mucho en común con la bondad, aunque puedan parecer opuestas. Porque si en la base de la bondad hay falsedad, deja de ser bondad y se convierte en falsa cortesía. No brota del corazón, sino del temor a arriesgarse, a provocar una reacción violenta o a afrontar acusaciones y disputas. ¿Qué prefieres: la bondad auténtica, dispuesta siempre a decir la verdad por incómoda que sea, o la educación de alguien que evita la confrontación, que asegura estar divirtiéndose cuando se aburre, que dice sí cuando quiere decir no, y que sonríe cuando se retuerce por dentro?
Existen muchas personas que dicen Sí cuando quieren decir No. Incluso han dicho sí a importantes compromisos, como el matrimonio, la adquisición de una vivienda, un contrato laboral. Y han dejado que otros utilizaran y abusaran de su tiempo y espacio, «¿Por qué no sales con nosotros esta noche?», «¿Puedes hacer este trabajo por mí?», ¿Puedes quedarte con mis dos gatos mientras estoy fuera?» «¿Puedo quedarme en tu casa unas semanas?» La incapacidad de pronunciar la palabra mágica en ocasiones conduce al desastre. Hace que las personas convivan con alguien que les repele, en una casa en la que no se sienten a gusto, que realicen el trabajo de otros y que pierdan la serenidad de ánimo. Las obliga a vivir una vida que no es la suya, y todo porque no tienen el coraje y la honestidad de decir una sencilla palabra, firme y sincera, que salvaría sus vidas y las de otros: «NO».
Obrar honestamente —incluso a riesgo de decir una verdad desagradable, o decir no y contrariar a otros—, si se hace con inteligencia y tacto, a la larga es preferible, porque así respetamos nuestra integridad y reconocemos la capacidad en los demás de ser competentes y maduros. Piensa en cómo te sentirías si descubrieras que alguien trataba de protegerte, por ejemplo ocultándote la gravedad de una enfermedad, no revelándole un asunto espinoso del que todo el mundo estaba al corriente, no diciéndote que se te había corrido el maquillaje. Todo por educación, para protegerte. Sin duda te sentirías subestimado, incluso traicionado. ¿Por qué no ha tenido nadie el valor de decírmelo?
Ser honesto significa reconocer un problema, en lugar de fingir que no existe. No podemos fingir que los problemas no existen, ni resolverlos con distracciones efímeras. Debemos afrontarlos con valentía y honestidad.
La honestidad no sólo tiene que ver con los aspectos difíciles e ingratos de la vida, sino que está relacionada, en mayor medida, con los aspectos creativos y hermosos. A menudo, por extraño que parezca, ocultamos estos aspectos: nuestra ternura, nuestra buena fe, nuestros pensamientos originales, nuestra capacidad de conmovernos. En parte lo hacemos por un sentido de discreción: no queremos abrumar a los demás con nuestras emociones. Pero principalmente lo hacemos para protegernos. No queremos que los otros nos vean así. Nos sentiríamos débiles, vulnerables, incluso ridículos. Es preferible parecer un poco cínico, incluso duro, o, cuando menos, no arriesgarnos a mostrar nuestros sentimientos y emociones. No obstante, de esa forma nos separamos de la parte más espiritual y hermosa de nuestro ser. E impedimos que los otros la vean.
Ser honesto es más fácil que mentir. La mentira tiene mil caras, la verdad sólo una. Podemos fingir que sentimos unas emociones que en realidad no sentimos, ser muchas personas que no somos. Pero si dejamos de fingir, todos los artificios y esfuerzos que apuntalan nuestra vida se desmoronan. Lo débiles y torpes que nos mostramos muchas veces cuando tratamos de ocultar nuestros sentimientos. Y lo importante que es, dentro de los límites del tacto y el buen gusto, ser sinceros y demostrar sin tapujos lo que sentimos y quiénes somos. ¿Cuándo somos más amables, cuando ocultamos nuestro calor, nuestros sueños, nuestras dudas y nuestro sentido del humor, o cuando los revelamos?
La honestidad no sólo es compatible con la bondad auténtica, sino que constituye su misma base. La falsa bondad contamina y dificulta la auténtica bondad. Si uno no vive en la verdad, no puede comunicarse con otros, no puede confiar, no puede relacionarse con los demás. Si uno no llama a las cosas por su nombre, por duro que sea, vive en un mundo de sueños. No hay sitio para ti y para mí, sólo para perniciosas quimeras. En tanto en cuanto mentimos, vivimos una vida despojada de realidad. Y la bondad no puede existir en un mundo de máscaras y fantasmas.
¡TE DESEO UN FELIZ VIAJE DE APRENDIZAJE CONSTANTE!
Un Feliz Viaje por El Aprendizaje Constante
La Vida no es otra cosa que Autentico Aprendizaje
La Vida no es otra cosa que Autentico Aprendizaje
Lista De Valores: Son Muchos hay que Avanzar
Lista de valores
Abundancia Crecimiento Hermosura Propósito
Acción consciente Cultura Honestidad Prosperidad
Aceptación Curiosidad Honor Protección
Acogida Dar Humildad Proximidad
Actividad Decisión Humor Pureza
Agradecimiento Dedicación Idealismo Radiante
Alegría Desapego Identidad Rapidez
Amistad Descanso Igualdad Razón
Amor Determinación Independencia Realidad
Apertura Diálogo Iniciativa Realización
Apoyo Diligencia Innovación Reinvención
Aprendizaje Dinamismo Inocencia Relajación
Armonía Dios Integración Religión
Arte Disciplina Integridad Renovación
Asertividad Diversión Intensidad Respeto
Audacia Dulzura Inteligencia Responsabilidad
Ausencia de esfuerzo Ecología Intimidad Riqueza
Austeridad Economía Intuición Sabiduría-Saber
Autenticidad Ecuanimidad Investigación Salud
Autoafirmación Eficacia Justicia Satisfacción
Autocontrol Eficiencia Lealtad Seguridad
Autoestima Empatía Libertad Sencillez
Autonomía Encuentro Liderazgo Sentido de la vida
Autosuficiencia Energía Longevidad Ser
Aventura Entendimiento Luz Serenidad
Ayuda Entrega Meditación Servicio
Belleza Entusiasmo Misticismo Sexualidad
Beneficio Equilibrio Modestia Silencio
Bienestar Esperanza Motivación Simplificar
Bondad Espiritualidad Nacionalismo Sinceridad
Calma Espontaneidad Naturalidad Sintonía
Cariño Estabilidad Objetividad Sobriedad
Claridad Estar Oportunidad Sociabilidad
Colaboración Estudio Optimismo Solidaridad
Comodidad Eternidad Orden Ternura
Compartir Evolución Organización Tolerancia
Compasión Excelencia Originalidad Totalidad
Competencia Expansión Paciencia Trabajo
Complicidad Éxtasis Pasión Tradición
Comprensión Fe Patrimonio Tranquilidad
Compromiso Felicidad Paz Transformación
Comunicación Fidelidad Perdón Transparencia
Conciencia Filosofía Perfección Transpersonal
Conexión Finalidad Perseverancia Trascendencia
Confianza Firmeza Pertenencia Unidad
Congruencia Flexibilidad Planificación Utilidad
Conocimiento Fluir Plegaria Valentía
Consciencia Fraternidad Plenitud Valor
Consistencia Fuerza Poder Verdad
Construir Fusión Positivismo Vida
Contemplación. Generosidad Pragmatismo Vinculación
Contentamiento Gracia Prestigio Vitalidad
Creatividad Gratuidad Progreso Voluntad
Abundancia Crecimiento Hermosura Propósito
Acción consciente Cultura Honestidad Prosperidad
Aceptación Curiosidad Honor Protección
Acogida Dar Humildad Proximidad
Actividad Decisión Humor Pureza
Agradecimiento Dedicación Idealismo Radiante
Alegría Desapego Identidad Rapidez
Amistad Descanso Igualdad Razón
Amor Determinación Independencia Realidad
Apertura Diálogo Iniciativa Realización
Apoyo Diligencia Innovación Reinvención
Aprendizaje Dinamismo Inocencia Relajación
Armonía Dios Integración Religión
Arte Disciplina Integridad Renovación
Asertividad Diversión Intensidad Respeto
Audacia Dulzura Inteligencia Responsabilidad
Ausencia de esfuerzo Ecología Intimidad Riqueza
Austeridad Economía Intuición Sabiduría-Saber
Autenticidad Ecuanimidad Investigación Salud
Autoafirmación Eficacia Justicia Satisfacción
Autocontrol Eficiencia Lealtad Seguridad
Autoestima Empatía Libertad Sencillez
Autonomía Encuentro Liderazgo Sentido de la vida
Autosuficiencia Energía Longevidad Ser
Aventura Entendimiento Luz Serenidad
Ayuda Entrega Meditación Servicio
Belleza Entusiasmo Misticismo Sexualidad
Beneficio Equilibrio Modestia Silencio
Bienestar Esperanza Motivación Simplificar
Bondad Espiritualidad Nacionalismo Sinceridad
Calma Espontaneidad Naturalidad Sintonía
Cariño Estabilidad Objetividad Sobriedad
Claridad Estar Oportunidad Sociabilidad
Colaboración Estudio Optimismo Solidaridad
Comodidad Eternidad Orden Ternura
Compartir Evolución Organización Tolerancia
Compasión Excelencia Originalidad Totalidad
Competencia Expansión Paciencia Trabajo
Complicidad Éxtasis Pasión Tradición
Comprensión Fe Patrimonio Tranquilidad
Compromiso Felicidad Paz Transformación
Comunicación Fidelidad Perdón Transparencia
Conciencia Filosofía Perfección Transpersonal
Conexión Finalidad Perseverancia Trascendencia
Confianza Firmeza Pertenencia Unidad
Congruencia Flexibilidad Planificación Utilidad
Conocimiento Fluir Plegaria Valentía
Consciencia Fraternidad Plenitud Valor
Consistencia Fuerza Poder Verdad
Construir Fusión Positivismo Vida
Contemplación. Generosidad Pragmatismo Vinculación
Contentamiento Gracia Prestigio Vitalidad
Creatividad Gratuidad Progreso Voluntad
La Ternura: 2011 El año de la Terenura
El Paso del EGO al Otro y del EGO al Equipo.
Transita de manera segura por La Ternura
La Compasión
La Verdad
La asertividad
El Respeto
El Aceptar las Limitaciones de los demás
La Comprensión
La compasión
La Ayuda
Transita de manera segura por La Ternura
La Compasión
La Verdad
La asertividad
El Respeto
El Aceptar las Limitaciones de los demás
La Comprensión
La compasión
La Ayuda
Vicens Olive Pibernat: PNL y Coaching
Este libro trata de cómo acompañar, a través de la PNL y el Coaching, a las personas y las organizaciones en sus cambios. Es un libro único por dos motivos. Primero porque recoge tanto los aspectos sencillos como los más complejos de la PNL y el Coaching actual, por lo que te puede resultar útil tanto para tus propios procesos de cambio como si te dedicas al Coaching profesional. Y en segundo lugar porque reúne las principales corrientes del Coaching y describe los aspectos diferenciales de cada una de ellas, así como sus principales aportaciones. Para ello, el autor ha contado con la excepcional colaboración de un nutrido grupo de coaches con amplia experiencia y prestigio: Montse Cascalló, Alba Corral, Miquel Cortés, Robert Dilts, Eduard Escribà, Antònia Farreras, Xavier Florensa, Juan Francisco Martín Gil, Esperanza Martín López, Cristina Naugthon, Aina Olivé, Allan F. Santos Jr., Rosaria Simone, Lídia Torres y Pablo Tovar.
Como escribe el propio autor en su introducción, «tienes ante ti un libro de Coaching diferente, hecho tanto con la cabeza como con el corazón, y que tiene un doble objetivo: que te sea útil a ti y a las personas con las que te relaciones, sean estas clientes o no, con el fin de que entre todos construyamos un mundo mejor cada día».
Vicens Olivé Pibernat, nació en Barcelona en 1951. Pasó la infancia y adolescencia en Sabadell. A raíz de una enfermedad pulmonar que le mantuvo apartado de la vida activa, empezó a interesarse por el naturismo, el Yoga, la Teosofía, la Psicología y otros caminos de búsqueda interior. Experimenta con diversas escuelas de Meditación como el ZEN y el Budismo Tibetano. Conoció a Kishnamurti en Suiza y fue de los pioneros que introdujeron las teorías Antroposóficas de Rodolf Steiner, la agricultura natural y biodinámica, así como la Pedagogía Waldorf en España. Estudia Magisterio en la Universidad de Barcelona, realizando dos Post Grados, uno de Educación Especial (Pedagogía Terapéutica) y otro el Terapia Cognitivo-Social. Trabaja en varios sectores de la industria: comercio, transporte y se especializa en fotografía. Hace sus oposiciones y entra a formar parte del Profesorado de EGB del Departant d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya durante once años, ejerciendo las funciones de director y jefe de estudios en varias ocasiones. En la actualidad es Codirector del Institut Gestalt de Barcelona.
Como escribe el propio autor en su introducción, «tienes ante ti un libro de Coaching diferente, hecho tanto con la cabeza como con el corazón, y que tiene un doble objetivo: que te sea útil a ti y a las personas con las que te relaciones, sean estas clientes o no, con el fin de que entre todos construyamos un mundo mejor cada día».
Vicens Olivé Pibernat, nació en Barcelona en 1951. Pasó la infancia y adolescencia en Sabadell. A raíz de una enfermedad pulmonar que le mantuvo apartado de la vida activa, empezó a interesarse por el naturismo, el Yoga, la Teosofía, la Psicología y otros caminos de búsqueda interior. Experimenta con diversas escuelas de Meditación como el ZEN y el Budismo Tibetano. Conoció a Kishnamurti en Suiza y fue de los pioneros que introdujeron las teorías Antroposóficas de Rodolf Steiner, la agricultura natural y biodinámica, así como la Pedagogía Waldorf en España. Estudia Magisterio en la Universidad de Barcelona, realizando dos Post Grados, uno de Educación Especial (Pedagogía Terapéutica) y otro el Terapia Cognitivo-Social. Trabaja en varios sectores de la industria: comercio, transporte y se especializa en fotografía. Hace sus oposiciones y entra a formar parte del Profesorado de EGB del Departant d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya durante once años, ejerciendo las funciones de director y jefe de estudios en varias ocasiones. En la actualidad es Codirector del Institut Gestalt de Barcelona.
Vicens Olive Pibernat
Nació en Barcelona en 1951. Pasó la infancia y adolescencia en Sabadell. A raíz de una enfermedad pulmonar que le mantuvo apartado de la vida activa, empezó a interesarse por el naturismo, el Yoga, la Teosofía, la Psicología y otros caminos de búsqueda interior. Experimenta con diversas escuelas de Meditación como el ZEN y el Budismo Tibetano. Conoció a Kishnamurti en Suiza y fue de los pioneros que introdujeron las teorías Antroposóficas de Rodolf Steiner, la agricultura natural y biodinámica, así como la Pedagogía Waldorf en España. Estudia Magisterio en la Universidad de Barcelona, realizando dos Post Grados, uno de Educación Especial (Pedagogía Terapéutica) y otro el Terapia Cognitivo-Social. Trabaja en varios sectores de la industria: comercio, transporte y se especializa en fotografía. Hace sus oposiciones y entra a formar parte del Profesorado de EGB del Departant d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya durante once años, ejerciendo las funciones de director y jefe de estudios en varias ocasiones.
Paralelamente se va formando con Ramón Vilà en Psicología Humanista, en Gestalt con la Asociación Española de Terapia Gestalt (AETG), en PNL con Allan Santos, Robert Dilts, Bandler & Grinder y otros; siendo miembro fundador y didacta de la Asociación Espanyola de PNL y presidente de la misma durante desde 2001 hasta el 2005. En 2006 colabora en la organización, y cumple con su sueño de ver realizado el primer Congreso de PNL en España, contando con la presencia de Robert Dilts.
En 1986 funda en Institut Gestalt de Barcelona junto con Joan Garriga y Mireia Darder. Accede a ser miembro titular de la Asociación Espanyola de Gestalt (AETG) y a ser miembro Psicoterapeuta por la FEAP. Al conocer al maestro Claudio Naranjo en 1986 y su Programa SAT queda profundamente implicado en sus enseñanzas y en el desarrollo del Programa SAT y SAT Educación del que es asiduo colaborador en España. Aprende con Bert Hellinger y otros la metodología de las Constelaciones Familiares y Organizacionales, siendo miembro fundador y didacta de la Asociación Española Bert Hellinger.
Desarrolla su labor como terapeuta durante muchos años, así como formador y supervisor en procesos y metodología gestáltica. Se especializa en PNL y crea con Joan Garriga, el Área de Experiencia y Aprendizaje en PNL del Institut Gestalt. Imparte formación en diversos niveles de la misma y lidera el Área del Desarrollo Organizacional del Institut Gestalt (IG-DO) aportando su experiencia a diversas empresas y organizaciones, tanto públicas como privadas. Escribe pequeños artículos en revistas especializadas.
Más recientemente conoce el Coaching en sus diversas variantes, sobretodo el Coaching Transformacional con Cristina Naughton. En 2004 crea el Master en PNL & Coaching del Institut Gestalt. Se vincula a la International Coach Federation (ICF) siendo vicepresidente de la misma de 2006 a 2008.
Actualmente vive en pareja en el Guinardó (barrio barcelonés), tiene una hija, resultado de la relación anterior. Sigue co-dirigiendo activamente el Institut Gestalt y ejerciendo como PNL-Coach, acompañando procesos personales, organizacionales e impartiendo formación y talleres de varias especialidades tanto en el Institut Gestalt de Barcelona como en varios lugares de España y del extranjero.
Paralelamente se va formando con Ramón Vilà en Psicología Humanista, en Gestalt con la Asociación Española de Terapia Gestalt (AETG), en PNL con Allan Santos, Robert Dilts, Bandler & Grinder y otros; siendo miembro fundador y didacta de la Asociación Espanyola de PNL y presidente de la misma durante desde 2001 hasta el 2005. En 2006 colabora en la organización, y cumple con su sueño de ver realizado el primer Congreso de PNL en España, contando con la presencia de Robert Dilts.
En 1986 funda en Institut Gestalt de Barcelona junto con Joan Garriga y Mireia Darder. Accede a ser miembro titular de la Asociación Espanyola de Gestalt (AETG) y a ser miembro Psicoterapeuta por la FEAP. Al conocer al maestro Claudio Naranjo en 1986 y su Programa SAT queda profundamente implicado en sus enseñanzas y en el desarrollo del Programa SAT y SAT Educación del que es asiduo colaborador en España. Aprende con Bert Hellinger y otros la metodología de las Constelaciones Familiares y Organizacionales, siendo miembro fundador y didacta de la Asociación Española Bert Hellinger.
Desarrolla su labor como terapeuta durante muchos años, así como formador y supervisor en procesos y metodología gestáltica. Se especializa en PNL y crea con Joan Garriga, el Área de Experiencia y Aprendizaje en PNL del Institut Gestalt. Imparte formación en diversos niveles de la misma y lidera el Área del Desarrollo Organizacional del Institut Gestalt (IG-DO) aportando su experiencia a diversas empresas y organizaciones, tanto públicas como privadas. Escribe pequeños artículos en revistas especializadas.
Más recientemente conoce el Coaching en sus diversas variantes, sobretodo el Coaching Transformacional con Cristina Naughton. En 2004 crea el Master en PNL & Coaching del Institut Gestalt. Se vincula a la International Coach Federation (ICF) siendo vicepresidente de la misma de 2006 a 2008.
Actualmente vive en pareja en el Guinardó (barrio barcelonés), tiene una hija, resultado de la relación anterior. Sigue co-dirigiendo activamente el Institut Gestalt y ejerciendo como PNL-Coach, acompañando procesos personales, organizacionales e impartiendo formación y talleres de varias especialidades tanto en el Institut Gestalt de Barcelona como en varios lugares de España y del extranjero.
La Ansiedad es una Realidad Muy Frecuente
Entre el 15 y el 19 por ciento de la población española sufre un episodio de ansiedad cada año y entre el 25 y el 31 por ciento lo padece al menos una vez a lo largo de su vida", afirma el doctor Julio Bobes, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo y organizador de los debates en Psiquiatría que se han celebrado en la capital asturiana, con la participación de especialistas procedentes de toda España. Esta reunión científica ha sido declarada de interés sanitario por el Servicio de Salud del Principado de Asturias y de interés científico por la Sociedad Española de Psiquiatría y la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica.
La ansiedad podría definirse como la manifestación de un estado emocional en el que el individuo se siente y se describe como inquieto, nervioso, tenso, atemorizado o excesivamente preocupado por temas concretos o incluso indefinidos. Quien la padece, puede experimentarla tanto física como psíquicamente y asociada a importantes manifestaciones somáticas, lo que en ocasiones dificulta su clasificación.
"La ansiedad", explica el doctor Bobes, "es un trastorno muy prevalente que con frecuencia se asocia o se complica con un trastorno depresivo y que, por otra parte, suelen presentarse y debutan en los inicios de la vida adulta. En los últimos, años se acepta la existencia de diferentes subtipos de trastorno de ansiedad que aparecen agrupados dentro de este síndrome, caracterizado por la presencia continua o en crisis de diferentes manifestaciones de ansiedad patológica".
Aunque los trastornos de ansiedad afectan a todas las edades y grupos sociales, hay que destacar el hecho de que la mayor prevalencia se da en mujeres con edad media de 46 años pero también las personas adultas expuestas a acontecimientos vitales traumáticos constituyen un grupo de riesgo significativo.
La ansiedad podría definirse como la manifestación de un estado emocional en el que el individuo se siente y se describe como inquieto, nervioso, tenso, atemorizado o excesivamente preocupado por temas concretos o incluso indefinidos. Quien la padece, puede experimentarla tanto física como psíquicamente y asociada a importantes manifestaciones somáticas, lo que en ocasiones dificulta su clasificación.
"La ansiedad", explica el doctor Bobes, "es un trastorno muy prevalente que con frecuencia se asocia o se complica con un trastorno depresivo y que, por otra parte, suelen presentarse y debutan en los inicios de la vida adulta. En los últimos, años se acepta la existencia de diferentes subtipos de trastorno de ansiedad que aparecen agrupados dentro de este síndrome, caracterizado por la presencia continua o en crisis de diferentes manifestaciones de ansiedad patológica".
Aunque los trastornos de ansiedad afectan a todas las edades y grupos sociales, hay que destacar el hecho de que la mayor prevalencia se da en mujeres con edad media de 46 años pero también las personas adultas expuestas a acontecimientos vitales traumáticos constituyen un grupo de riesgo significativo.
Ser Lo que Eres: Vivir sin Máscaras
Alcanzar nuestras propias metas. Vivir sin mascaras.
Hace dias recibí en un foro siguiente consulta:
no se si te refieres a un vivir en el que y en el ahora, yo estoy haciendo
un tema de vivir sin mascaras basado en la teoría de la gestall y me interesa lo
que dices como es que piensas que podemos lograr lo que queremos siendo una
mismo y no poner mascaras para obtener lo soñado. y que tal si no se puede
lograr a menos de que pongamos una mascara.
En mayoría de los casos Nuestro “Yo” vive escondido bajo diferentes mascaras. Nos encerramos en una oscura y limitada identidad basada en el rechazo de uno mismo.
Porque
- deseamos ganar aprobación de los demás,
- deseamos convertirnos en una persona valiosa y competente.
Por el miedo a no ser nada más que nuestras limitaciones negamos nuestras fallas y nuestro egoísmo, para seguir atrapados en el intento de parecer mejores personas de lo que somos y de culpar a alguien por dificultades que tenemos que afrontar.
“ A partir del miedo que tenemos de nuestro ser imperfecto creamos un ser enmascarado, el ser que pensamos que deberíamos ser en vez de admitir lo que somos.”
Construimos metas y trabajamos para alcanzarlas. ¿ Es posible alcanzar una meta, cuando seguimos escondidos detrás de diferentes mascaras ?
Sí, por su puesto, cuando nuestra motivación por el miedo y deseo de parecer unas personas perfectas son bastante poderosos.
Pero en realidad, de lo que no nos damos cuenta, es que las metas, aun que impuestas por nosotros, no nos pertenecen:
Deseamos algo:
- porque está de moda,
- porque el vecino lo tiene y yo también lo quiero,
- porque si no lo consigo no seré como los demás,
- porque si no lo consigo no seré competente,
- porque necesito aprobación de las personas a mi alrededor,
- porque si consigo lo antes dicho, seré una persona feliz….
Y es por eso que tantas veces pasa, que cuando al fin logramos nuestra meta no encontramos la satisfacción que esperábamos obtener. Entonces pensamos que nos hemos equivocado, cambiamos de meta y, cuando de nuevo la alcanzamos nos encontramos igual de insatisfechos, la vida se convierte en una lucha.
Por eso para evitar auto-engaño y la confusión deberíamos quitar nuestras mascaras y aprender a vivir sin ellas.
Desarrollar nuestro compromiso de ser honestos con nosotros mismos y con los demás.
¿ Como ?
Hay que permitirse simplemente ser. Deshacer las barreras para poder conocernos a nosotros mismos.
- Quien Soy y que es lo que quiero realmente conseguir en la vida.
Somos mucho más de lo que pensamos.
Nuestras metas serán definitivamente Nuestras cuando partimos de que la clave de satisfacción se encuentra dentro de nosotros mismos. Y eso solo lo podemos lograr si nos damos permiso de experimentar todo lo que verdaderamente pensamos y sentimos, en vez de lo que creemos que deberíamos hacer, sentir o pensar.
“ Si no tratas de ser más de lo que eres, te atreverás a ser todo lo que eres”.
Hace dias recibí en un foro siguiente consulta:
no se si te refieres a un vivir en el que y en el ahora, yo estoy haciendo
un tema de vivir sin mascaras basado en la teoría de la gestall y me interesa lo
que dices como es que piensas que podemos lograr lo que queremos siendo una
mismo y no poner mascaras para obtener lo soñado. y que tal si no se puede
lograr a menos de que pongamos una mascara.
En mayoría de los casos Nuestro “Yo” vive escondido bajo diferentes mascaras. Nos encerramos en una oscura y limitada identidad basada en el rechazo de uno mismo.
Porque
- deseamos ganar aprobación de los demás,
- deseamos convertirnos en una persona valiosa y competente.
Por el miedo a no ser nada más que nuestras limitaciones negamos nuestras fallas y nuestro egoísmo, para seguir atrapados en el intento de parecer mejores personas de lo que somos y de culpar a alguien por dificultades que tenemos que afrontar.
“ A partir del miedo que tenemos de nuestro ser imperfecto creamos un ser enmascarado, el ser que pensamos que deberíamos ser en vez de admitir lo que somos.”
Construimos metas y trabajamos para alcanzarlas. ¿ Es posible alcanzar una meta, cuando seguimos escondidos detrás de diferentes mascaras ?
Sí, por su puesto, cuando nuestra motivación por el miedo y deseo de parecer unas personas perfectas son bastante poderosos.
Pero en realidad, de lo que no nos damos cuenta, es que las metas, aun que impuestas por nosotros, no nos pertenecen:
Deseamos algo:
- porque está de moda,
- porque el vecino lo tiene y yo también lo quiero,
- porque si no lo consigo no seré como los demás,
- porque si no lo consigo no seré competente,
- porque necesito aprobación de las personas a mi alrededor,
- porque si consigo lo antes dicho, seré una persona feliz….
Y es por eso que tantas veces pasa, que cuando al fin logramos nuestra meta no encontramos la satisfacción que esperábamos obtener. Entonces pensamos que nos hemos equivocado, cambiamos de meta y, cuando de nuevo la alcanzamos nos encontramos igual de insatisfechos, la vida se convierte en una lucha.
Por eso para evitar auto-engaño y la confusión deberíamos quitar nuestras mascaras y aprender a vivir sin ellas.
Desarrollar nuestro compromiso de ser honestos con nosotros mismos y con los demás.
¿ Como ?
Hay que permitirse simplemente ser. Deshacer las barreras para poder conocernos a nosotros mismos.
- Quien Soy y que es lo que quiero realmente conseguir en la vida.
Somos mucho más de lo que pensamos.
Nuestras metas serán definitivamente Nuestras cuando partimos de que la clave de satisfacción se encuentra dentro de nosotros mismos. Y eso solo lo podemos lograr si nos damos permiso de experimentar todo lo que verdaderamente pensamos y sentimos, en vez de lo que creemos que deberíamos hacer, sentir o pensar.
“ Si no tratas de ser más de lo que eres, te atreverás a ser todo lo que eres”.
El 20% de la Población Tiene Ansiedad
El 15% de la población española padece depresión pero cerca de la mitad está sin diagnosticar, según afirmó el jefe del Hospital de Día de Psiquiatría del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, el doctor Luis Caballero durante el seminario 'Ansiedad y depresión: dos caras de la misma moneda', organizado por Lundbeck, celebrado este viernes en Ibiza.
Además, explicó que alrededor del 25% de la población sufrirá un trastorno de ansiedad en algún momento de su vida, especialmente las mujeres que doblan a los hombres en incidencia en trastornos depresivos y de ansiedad.
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El especialista señaló que esta enfermedad supone actualmente la segunda causa de baja laboral y según previsiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para 2020 podría suponer la segunda causa de incapacidad. Actualmente, en España, "se calcula que el gasto de esta patología alcanza un total de 23.000 millones de euros anuales", resaltó.
En general, las consultas por depresión y ansiedad ocupan el 20% de Atención Primaria (AP) y cerca del 90% de las consultas psiquiátricas en AP, lugar dónde se diagnostican entre el 60 y 80% de las depresiones.
A pesar de estos datos, un tercio de los pacientes con depresión no consulta con ningún médico. Igualmente, ha subrayado que en los últimos años se han incrementando las consultas por conductas suicidas en un 22% y en un 6% por consumo de alcohol y drogas.
Estos trastornos se encuentran entre las patologías más frecuentemente diagnosticadas con motivo de la crisis económica actual. De hecho, el doctor ha indicado que en el Hospital La Paz de Madrid entre 2007 y 2009 el 49% que acudieron a urgencias psiquiátricas hicieron referencia durante la consulta al desempleo, las deudas y la pérdida de estatus social, según un estudio realizado en este centro.
Además, explicó que alrededor del 25% de la población sufrirá un trastorno de ansiedad en algún momento de su vida, especialmente las mujeres que doblan a los hombres en incidencia en trastornos depresivos y de ansiedad.
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El especialista señaló que esta enfermedad supone actualmente la segunda causa de baja laboral y según previsiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para 2020 podría suponer la segunda causa de incapacidad. Actualmente, en España, "se calcula que el gasto de esta patología alcanza un total de 23.000 millones de euros anuales", resaltó.
En general, las consultas por depresión y ansiedad ocupan el 20% de Atención Primaria (AP) y cerca del 90% de las consultas psiquiátricas en AP, lugar dónde se diagnostican entre el 60 y 80% de las depresiones.
A pesar de estos datos, un tercio de los pacientes con depresión no consulta con ningún médico. Igualmente, ha subrayado que en los últimos años se han incrementando las consultas por conductas suicidas en un 22% y en un 6% por consumo de alcohol y drogas.
Estos trastornos se encuentran entre las patologías más frecuentemente diagnosticadas con motivo de la crisis económica actual. De hecho, el doctor ha indicado que en el Hospital La Paz de Madrid entre 2007 y 2009 el 49% que acudieron a urgencias psiquiátricas hicieron referencia durante la consulta al desempleo, las deudas y la pérdida de estatus social, según un estudio realizado en este centro.
lunes, 3 de enero de 2011
Para Ser Felices: Hay que Gestionar las Emociones
Entusiasmo
Ilusión
Ganas por Aprender
Descubre tu Pasión
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Emociones/ Autoestima/ Garra y Confianza un Aprendizaje
En el comienzo de esta nueva década el proponerse metas personales, es prioritario. Hablar de la confianza no está en relación directa con el lugar de nacimiento, cultura ni tampoco, con e nivel socioeconómico, Es una propiedad muy personal, estrechamente muy relacionada con la felicidad y por ende confianza y autoestima. Se sabe que los daneses y nigerianos son las personas más felices del mundo.
Entonces podemos pensar que dos culturas tan diferentes en sus creencias, economías, y educación, muestran índices elevados de felicidad, no son temas culturales, sino personales.
La confianza, impacta en todos los órdenes de la vida, desde nuestra capacidad para aprender hasta nuestras relaciones “La confianza entre las personas se sustenta a partir del cumplimiento de las promesas y el nivel de responsabilidad con el que asumen los vínculos” Estemos atentos a las cosas que prometemos hacer, decir o cambiar. Los compromisos que establecemos con los demás, por pequeños que sean y si no lo cumplimos , debemos hacernos cargo, pidiendo disculpas o restableciendo un nuevo compromiso.
Un buen principio para ganar confianza es sólo decir la verdad. “ La verdad nos hará libre” mentir, en cambio, nos vuelve inseguros.
Cada día se nos da una oportunidad de mejorar nuestra confianza y autoestima, más cuando estamos atentos a cómo actuamos, cuánto nos conocemos, cuáles son nuestras fortalezas y debilidades.
¿QUÉ ES NECESARIO? ¿PODEMOS COMENZAR YA?
Será necesario ser más positivo, aportar mayor felicidad, buenos momentos, sueños realizados. Ahuyentar los pensamientos negativos porque paralizan y consumen su energía. Quienes triunfan en la vida son personas positivas. Es necesario tener en cuenta el vocabulario, las palabras tienen un gran efecto sobre nuestras emociones, es decir, utilizar palabras que potencien el entusiasmo.
Leer buenos libros a fin de posibilitar una mentalidad positiva y enérgica. Automotivarse, esto hará que el entusiasmo sea parte de su vida. Así podrá tomar energías para jugarse por sus sueños. El mundo está lleno de grandes soñadores que cambiaron muchas veces la humanidad. Todos tenemos emociones que debemos saber manejar, dando la oportunidad, que se manifiesten y hacerlo de tal forma, que generen resultados positivos.
Ello garantizará poder mantener una ALTA AUTOESTIMA confiando en sí mismo, creer en lo que hacemos, lograr lo que nos proponemos.
CONFIANZA Y AUTOESTIMA: es el mejor capital social, la clave del éxito, es un aprendizaje!
¿Mis deseos en esta nueva década?... Un año luminoso, impregnado de todo aquello que se proponga. Bibliografía De Andrés, Verónica, Andrés Florencia “ Confianza total para vivir mejor “ (2010) PIEDRA LIBRE Burns, Robert ”Sentirse Bien” Barcelona (1998) E.Punset,,”El viaje de la Felicidad” Barcelona (2005) Malasi, Lucas JJ.”Educación Emocional” ( 2007)
Entonces podemos pensar que dos culturas tan diferentes en sus creencias, economías, y educación, muestran índices elevados de felicidad, no son temas culturales, sino personales.
La confianza, impacta en todos los órdenes de la vida, desde nuestra capacidad para aprender hasta nuestras relaciones “La confianza entre las personas se sustenta a partir del cumplimiento de las promesas y el nivel de responsabilidad con el que asumen los vínculos” Estemos atentos a las cosas que prometemos hacer, decir o cambiar. Los compromisos que establecemos con los demás, por pequeños que sean y si no lo cumplimos , debemos hacernos cargo, pidiendo disculpas o restableciendo un nuevo compromiso.
Un buen principio para ganar confianza es sólo decir la verdad. “ La verdad nos hará libre” mentir, en cambio, nos vuelve inseguros.
Cada día se nos da una oportunidad de mejorar nuestra confianza y autoestima, más cuando estamos atentos a cómo actuamos, cuánto nos conocemos, cuáles son nuestras fortalezas y debilidades.
¿QUÉ ES NECESARIO? ¿PODEMOS COMENZAR YA?
Será necesario ser más positivo, aportar mayor felicidad, buenos momentos, sueños realizados. Ahuyentar los pensamientos negativos porque paralizan y consumen su energía. Quienes triunfan en la vida son personas positivas. Es necesario tener en cuenta el vocabulario, las palabras tienen un gran efecto sobre nuestras emociones, es decir, utilizar palabras que potencien el entusiasmo.
Leer buenos libros a fin de posibilitar una mentalidad positiva y enérgica. Automotivarse, esto hará que el entusiasmo sea parte de su vida. Así podrá tomar energías para jugarse por sus sueños. El mundo está lleno de grandes soñadores que cambiaron muchas veces la humanidad. Todos tenemos emociones que debemos saber manejar, dando la oportunidad, que se manifiesten y hacerlo de tal forma, que generen resultados positivos.
Ello garantizará poder mantener una ALTA AUTOESTIMA confiando en sí mismo, creer en lo que hacemos, lograr lo que nos proponemos.
CONFIANZA Y AUTOESTIMA: es el mejor capital social, la clave del éxito, es un aprendizaje!
¿Mis deseos en esta nueva década?... Un año luminoso, impregnado de todo aquello que se proponga. Bibliografía De Andrés, Verónica, Andrés Florencia “ Confianza total para vivir mejor “ (2010) PIEDRA LIBRE Burns, Robert ”Sentirse Bien” Barcelona (1998) E.Punset,,”El viaje de la Felicidad” Barcelona (2005) Malasi, Lucas JJ.”Educación Emocional” ( 2007)
La Felicidad Son Muchas Cosas
Un Estado de Animo
Entusiasmo
Ilusión
Disfrutar
Reconocimiento
Mucho Amor
Sonrisa
Ternura
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